Mientras el Gobierno Federal anuncia una inversión millonaria para construir la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, las instalaciones de Pemex en Tamaulipas enfrentan una grave crisis por la falta de recursos para realizar obras y proyectos necesarios para rescatar su producción.
Centros energéticos fundamentales como la Refinería Madero, la Terminal de Almacenamiento de Reynosa, el Complejo Procesador de Gas Arenque, y la inmensa Cuenca de Burgos, siguen en espera del presupuesto suficiente que les permita subsistir.
Estas instalaciones requieren en total más de 1,486 millones de pesos para concretar obras de infraestructura y programas de mantenimiento, mismos que no fueron considerados por la Federación, y en algunos casos en los que sí se etiquetaron recursos, estos no se han entregado.
La Refinería Francisco I. Madero, en el sur de Tamaulipas, es la más afectada; después de un largo paro técnico de más de un año, la inversión prometida no fluye.
Originalmente se habían anunciado 4 mil millones de pesos para su rescate, pero después se aclaró que para este año se entregarían 2 mil millones de pesos, sin que hasta la fecha se haya inyectado recurso alguno, al centro refinador que mantiene porcentajes mínimos de producción.
Entre los programas y obras que requiere con urgencia la Refinería, se encuentra por ejemplo el “Programa de Mantenimiento integral y actualización de tecnología de compresores”, que de acuerdo a Transparencia Presupuestaria, requiere una inversión de 257 millones de pesos, de la cual este año no se ha destinado ni un peso. El avance actual de este programa, que consiste en intervenir 10 compresores para hacerlos más seguros y operativos, es del 6%.
Algo similar ocurre con la instalación de un quemador elevado que requiere la Refinería y adecuar los sistemas de desfogue que presentan fugas constantes. Se necesitan 199 millones de pesos, de los cuales en el 2019 se destinaron 61 millones de pesos y por ello, los trabajos llevan un 36% de avance físico.
Ahí mismo, quedará entre las tareas pendientes, un estudio sobre el manejo de naftas que tiene la intención de ahorrar costos en la producción; para realizarlo se necesitan casi 90 millones de pesos que no fueron etiquetados.
El Complejo Procesador de Gas (CPG) Arenque, ubicado también en la zona sur de Tamaulipas, como parte del mismo complejo energético también tiene obras que podrían quedarse en el olvido.
En ese lugar se requiere construir un almacén, cuarto de control, caminos y una nueva área de distribución, con una inversión de 49.8 millones de pesos, misma que no llegará en este 2019.
Este CPG tiene la tarea de aprovechar el gas que producen los campos Arenque y Tamaulipas-Constituyentes y uno de sus ductos fue el que colapsó el año pasado causando una fuga de gas en plena playa Miramar.
El otro gran proyecto que quedará rezagado, es la construcción de una nueva Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) en Reynosa, para el cual se necesita una inversión de 762 millones 547 mil pesos, que, a pesar de ser un proyecto aprobado y prioritario, no están contemplados en el corto plazo por Pemex.
El problema con la actual TAR, construida hace 52 años, es que sus instalaciones quedaron atrapadas en la mancha urbana y la alta demanda de sus servicios obligan a que cuente con más espacio.
Además, los ductos que le suministran gasolina atraviesan la ciudad de Reynosa.
En suma, para concretar estos proyectos y obras urgentes para las instalaciones petroleras de Tamaulipas, Pemex tendría que invertir 1,486 millones de pesos, que no están contemplados en el plan de negocios de la empresa.
Al mismo tiempo, con la cancelación de proyectos energéticos y la prohibición de prácticas de extracción como el fracking, también se ha puesto en duda la inversión en la Cuenca de Burgos.
En el caso de la inversión pública, ésta se ha venido desplomando en la última década. En el 2009 por ejemplo, se inyectaron 195 mil millones de pesos; para este año, se tienen contemplados 3,817 millones de pesos de los cuales hasta el momento se han ejercido 1,173 millones de pesos.
Esto ocurre en un contexto nacional en el que el gobierno federal se ha planteado el rescate de Pemex y la reactivación masiva de la producción de combustibles.
Ayer, al presentar el plan de negocios de la petrolera para los próximos cinco años, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la inyección de 41 mil millones de pesos para la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, en el Municipio de Paraíso, Tabasco.
Octavio Romero, director de Pemex, explicó que los recursos serán fondeados con cargo al Presupuesto de Egresos de la Federación de 2020.
Esa cantidad, se sumaría a los 50 mil millones de pesos anunciados este año para el proyecto, cuya construcción y puesta en marcha quedó a cargo del Gobierno federal, tras declararse desiertas las licitaciones en las que participaron empresas extranjeras con experiencia en el campo.
De acuerdo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la obra tendrá un costo total de 8 mil millones de dólares.