A poco más de un mes de la promulgación de la reforma laboral en el sector empresarial persisten inquietudes que ponen en duda su buen funcionamiento y el total cumplimiento de las nuevas reglas que impone la Ley Federal del Trabajo, sobre todo porque no hay presupuesto que permita dar cumplimiento a la creación de los Centro de Conciliación y Registro Laboral, la creación de los tribunales, o simplemente para que haya el suficiente número de inspectores o personal.
Consideran que garantizar la paz laboral es fundamental para alcanzar el bienestar social y desarrolló de nuestro estado y Municipio, en especial después de los conflictos laborales de inicios de año, siendo actualmente necesario evitar “en lo posible” los emplazamientos a huelga, demandas de titularidad, paros ilegales, suspensión de trabajos que obstaculicen el desarrollo, siempre cuidando que no se afecten los derechos de
los trabajadores de una forma real.
Sin embargo la reforma laboral parece que más allá de simular proteger al trabajador y garantizar la estabilidad en el empleador se trata de un madruguete que propicia abrir la puerta a un sindicalismo más amplio, autoritario y agresivo
Uno de los puntos que más preocupan al sector empresarial es la multiplicidad de contratos colectivos y el abrir la puerta a la proliferación de sindicatos gremiales, es decir ahora los contratos colectivos no serán por empresa y podrán regir varios sindicatos en una sola empresa con distintos contratos generando competencia entre trabajadores pero además los empresarios tendrán que tratar con varios sindicatos en una misma empresa, de igual forma la Ley obliga a todo trabajador a estar en un sindicato para ser contratado esto como si se tratara de una acción obligatoria de reclutamiento sindical acción que es inconstitucional.
Además se brinda poder absoluto e innecesario a los lideres sindicales para convocar a paros huelgas, estallarlas o terminarlas sin necesidad de calificación inmediata de autoridad laboral o acuerdo de los trabajadores, rompiendo los contrapesos y esquemas de equilibrio que permiten un sano desarrollo de las relaciones trabajadores, empresa y sindicato.