En la ciudad de México, suena fuerte la versión de que José Ramón Gómez Leal, coordinador de los programas federales en Tamaulipas, tiene sus horas contadas en el cargo. “No dio el kilo” dicen de manera coloquial en la oficina directa del presidente Lopez Obrador donde han evaluado su chamba, además de concluir que “se equivocó” aquel que lo recomendó como el hombre ideal para generar contrapesos políticos en el Estado.
En Tamaulipas, el gobierno de Andrés Manuel ni se ve, ni se siente, y lo que es peor: no hay interés alguno para echarle una manita. Mientras en todos los estados, los secretarios, hombres y mujeres del gabinete de la Cuarta Transformación entran y salen, y anuncian programas de apoyo, en la entidad tamaulipeca, no se nota su presencia. Un alto funcionario federal tamaulipeco confesó hace días que tuvieron que pasar siete meses para tener comunicación con el gobierno estatal, lo que explica con claridad que Tamaulipas no está en el radar de la 4T.
Esto se entiende por que son muchos los fierros que ha puesto en la lumbre el gobierno lopezobradorista que lo distraen en todo y de todos, pero es responsabilidad de su representante en tierras tamaulipecas gestionar y hacer sonar el cencerro del cambio y de los beneficios que trae y tiene el gobierno de la esperanza. Y ahí es donde ha faltado la mano y el oficio de “JR”, y es precisamente por ese motivo que están pensando en su relevo.
Justo cuando López Obrador festejó el 1 de julio su triunfo, le hicieron llegar las evaluaciones de trabajo de todo el gabinete en el que se incluía el rol de los 32 coordinadores estatales. Tamaulipas, como siempre, apareció en los últimos lugares por bajo rendimiento. Y aunque casi todos los representantes salieron con bajas calificaciones, José Ramón Gómez Leal fue el más malas notas sacó cuando evaluaron la presencia de los programas federales en el Estado.
En Tamaulipas, dicen en la evaluación, “no existe relación de ningún tipo” entre el representante y el gobierno del Estado. Lo cual es muy delicado y eso refleja el hecho de que los programas federales como becas, apoyos a jóvenes, al campo, a adultos mayores estén por debajo de lo que han hecho los demás coordinadores del país.
Algunos aseguran que si desde un principio José Ramón hubiera alzado la voz, otra suerte y otra realidad tuviera en frente.
Lo que pudo ser una circunstancia que le beneficiaba y que bien pudo aprovechar políticamente, “JR” la tiró a la basura, y ya es tarde para salvarle el pellejo; “tiene que irse”, aseguran.
Igual que José Ramón otros delegados están en la cuerda floja, pero el que estaría próximo a dejar el cargo es el reynosense, a quien le buscan ya una posición dentro de la estructura federal.
En el terreno local, califican el trabajo de “JR” como malo, porque no pudo ni siquiera aprovechar el aparador para ser considerado como un proyecto político.
Sobre su relevo, se dice, sería otro reynosense con más oficio y hasta con más malicia para sirve de contrapeso real en Tamaulipas. Se asegura que ya se corrió la invitación al relevo de “JR” y que solo están esperando que la agenda del presidente de ponga a modo, porque serían varios los coordinadores los que serán removidos de sus cargos.