Caray, ayer hicimos un recorrido por el pueblo de mis mayores, visitamos algunas oficinas en sus tres niveles gubernamentales y aunque no me lo crean pero casi, casi todas estaban vacías, salvo, claro está el personal de oficina y dos que tres funcionarios públicos del segundo y tercer nivel de los que nunca faltan a su trabajo y a quienes preguntamos sobre las novedades del día,
respondiéndome que no había nada y todo seguía igual.
A propósito, por ahí saludamos a dos que tres campesinos que según me hicieron saber que no habían logrado arreglar los asuntos que los llevaron porque no encontraron a las personas que buscaban, por lo tanto ya regresarían otro día en que tuvieran mejor suerte, bueno con decirles que ni en la plaza como tampoco en el kiosco había gente como en otros días y los únicos animalitos que alegraban el ambiente eran las palomas y una que otra urraca que gustan de andar de árbol en árbol.
Algo que atrajo mi atención fue el depósito de dinero de cierto banco comercial que como generalmente pasa no sabemos cuánto material rodante le echan, pues para las doce horas del día ya no tenía dinero en caja y la gente se retiraba con la molestia reflejada en el rostro, pues no hay que olvidar que algunos vienen desde las comunidades rurales, se van con las manos vacías y sin el mandado.
Otro tanto sucede con la gente de las colonias del pueblo, que llegan mojadas de sudor y al no encontrar dinero qué retirar se refleja en el rostro de éstas un mal gesto que suponemos es una “mentada de madre”, razón por la cual siempre hemos insistido para que otra institución bancaria instale un depósito en el pueblo de mis mayores.
En fin, como decía mi abuelo Bacho, ya vendrán tiempos mejores.
Pues como el Día de la Independencia que hay bastantes disparos así estamos hoy en el centro de la entidad, pues en el cielo solo se escuchan los truenos pero ni una sola gota de agua nos cae para remedio ¿será porque las religiosas y religiosos ya no sacan al santo a pasear o se les acabó la fe?
Ya nadie grita “Salvador, Salvador, pon el agua y quita el Sol”.
Ahora dicen “pa su chin… madre, qué calor está haciendo”.
No pos sí.
Carajos, pero ayer no vimos gente pasar al río, como que ya llenaron o se les acabó el gusto por nadar, pero las vacaciones se acaban y deben aprovecharlas hasta lo máximo porque no tardan en caer las lluvias y uno que otro norte, de esos que hasta
parecen que nos tumban y a las jovencitas se les suben las faldas.
Para concluir, permítanme comentarles que estamos a un paso de algunos importantes cambios que habremos de dar en el formato y contenido de esta tribuna que hoy me hacen el favor de leer, cambios que hablan de un tiempo
moderno y exigente que no admiten restringir la noticia y menos callarla, pues aparte de buscar actualizarnos queremos también estar más cerca de nuestras lectoras como lectores que son la base importante de esta publicación.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.