La derrama entonces era de 10 millones de dólares, en tanto que para éste 2019 se prevé un gasto de 2 mil dólares por cazados, por lo que la ganancia de la temporada podría alcanzar los 4 millones de dólares.
Los municipios que tienen más demanda para cazar esas aves son: Casas, Guémez, Jiménez, Padilla, San Carlos, San Fernando, Soto la Marina, Victoria y Abasolo, los cuales desde este fin de semana empezaron a recibir a los deportistas cinegéticos.
Para esta temporada que arrancó el viernes 16 y concluye el 16 de octubre, se espera la participación de cazadores de Texas, así como de los estados de Nuevo León y Veracruz, dijo Guillermo Martínez Portilla,
Sub secretario de Turismo en el estado.
Se espera que turistas cinegéticos lleguen a distintos ranchos donde ya se preparan para recibirlos.
“Eso permitirá una reactivación de la economía, ya que la actividad genera empleos por lo que deja una derrama económica considerable”, explicó.
La paloma de ala blanca, es reconocida tanto por cazadores nacionales como internacionales principalmente provenientes de Estados Unidos, como una de las mejores para la práctica del deporte cinegético .
Actualmente, dijo, existe sobrepoblación de esas especies, por lo que es más atractivo el número de ejemplares por obtener, por ello el Gobierno del Estado trabaja para impulsar la caza y pesca deportiva.
“Este viernes inició la temporada la Paloma de Ala blanca, Paloma Huilota y Paloma de Collar, por ello están llegando cazadores que saben la variedad de especies que tiene Tamaulipas y con su participación contribuyen al desarrollo del turismo cinegético, donde cada cazador podrá tener oportunidad de cazar hasta 95 palomas” destacó.
La diversidad de especies que tiene nuestro estado incluyen gran cantidad de aves, entre ellas paloma de alas blancas al contar con la colonia más grande de América, con alrededor de 15 millones de aves que se reproducen en el municipio de Abasolo y el centro del estado.
Otras especies que se pueden hallar son la codorniz común y escamosa, paloma huilota, paloma de collar.
Dijo que uno de los campos cinegéticos más importantes del país, es la Colonia Parras de la Fuente, que abarca parte del municipio de Abasolo y además de los ejidos Parras de la Fuente, Las Delicias, La Esperanza y Gildardo Magaña donde se genera aproximadamente el 65 por ciento de la población de palomas del noreste de México.
Se recupera
cacería de la
inseguridad
Los problemas causados por la inseguridad que se registró en zonas de caza, provocó que los deportistas cinegéticos dejarán de venir a Tamaulipas a la cacería de paloma.
Fue en 2008 cuando la temporada de caza registró su cifra récords de asistencia con más de 17 mil cazadores, que abarrotaron los ranchos y dejaron una derrama económica por 10 millones de dólares.
Pero a partir de ese año las cifras de participación de cazadores fue a la baja al crecer los problemas de inseguridad por lo que en 2009 llegaron 10 mil cazadores, en tanto que para el año 2010 la cifra fue de 2 mil cazadores y la más baja registrada se registró en 2016 con 86 cazadores registrados.
A partir del 2017 cuando el gobierno del estado a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), así como de la Secretaria de Turismo inició la promoción de esa actividad.
Por ello el gobierno estatal realizó el primer festival de la paloma de Ala blanca, lo que atrajo mil 600 cazadores ese año, en tanto que en 2018 con el segundo festival la cifra aumentó a mil 800 y este 2019 esperan a 2 mil cazadores.
El problema de inseguridad fue tan grave que obligó al cierre de 20 de los campos cinegéticos más importantes del estado, los cuales atendían al 90 por ciento de 17 mil cazadores que llegaron a venir a los torneos de caza de paloma.
Paloma, se
volvió plaga
La sobre población que existe de palomas de Alas blancas en la región centro de Tamaulipas, provoca pérdidas económicas a productores de sorgo de la región por más de 70 millones de pesos anuales, debido al grano que comen en el crecimiento del sorgo.
Se estima que en los municipios del centro del estado existe una población de más de 15 millones de palomas de ala blanca, las comen hasta 20 mil toneladas del grano rojo, en dos meses que dura la temporada de cosecha en la región.
Rubén Rocha Cisneros, líder campesino de San Fernando, dijo que eso se debe a que por varios años se dejo de cazar a la paloma, hecho que provocó que se registrará un incremento en su población, la cual fue amenaza para cosechas de los agricultores.
“Si bien ésta es solo es una estimación, ya que podría ser menos cantidad, lo que si es un hecho es que afecta , debido a que en municipios como; San Fernando, Abasolo, Jiménez, Méndez, Cruillas y Burgos, abundan ese tipo de palomas, convirtiéndolas en un problema para los agricultores”, señaló.
Dijo que esto se debe a que desde hace más de siete años no hay actividad cinegética, por lo que ya se considera como una plaga en la zona norte del estado, lo que ha originado que las poblaciones de paloma crezcan sin control.
“Actualmente el principal alimento de esas aves es el sorgo, por que están acostumbradas a consumirlo, debido a que hay en abundancia en campos agrícolas, lo cual representa una disminución en la producción por hectárea”.
Usan semillas
antipájaros
Ramón González, productor de sorgo del municipio de Abasolo dijo que varios productores invirtieron este año para combatir la plaga de la paloma de ala blanca.
En este municipio donde se ubica la mayor población de palomas, por contar con una reserva natural, y el problema es serio en este municipio.
“Aquí muchos productores para evitar el ataque de pájaros, usaron semillas mejoradas con variedades especiales que no puedan ser consumidas por estas aves, conocida como sorgo antipájaro”.
Es una variedad de semilla clasificada como la NK8830, o la ND180 las cuales tienen un alto precio, pero garantiza que no será consumida por las parvadas de aves que diariamente aterrizan en los sembradíos afectando la producción.