HOUSTON.- Los padres de un estudiante de 13 años que asiste a la secundaria Berry Miler, del distrito escolar de Pearland, están demandando a la institución y a tres empleados blancos de esta por un incidente en el que le pintaron al muchacho el cuero cabelludo con un marcador Sharpie de color negro, publicó el rotativo Primera Hora.
El hecho ocurrió el 17 de abril de 2019, cuando el alumno cursaba el séptimo grado y se presentó en la escuela con un corte de cabello que llamó la atención del asistente del director del plantel, de acuerdo con el documento de la demanda.
El alumno, identificado en el documento como J.T., se hizo un corte “desvanecido” con una línea de diseño, que es común entre la juventud afroamericana.
“El corte no representaba nada violento, relacionado con pandillas, obsceno, ofensivo o inapropiado de ninguna manera. J.T. quien nunca había tenido ningún llamado disciplinario, no creía que su corte de pelo violara ninguna política escolar”, sostiene la demanda.
Al llegar a la escuela J.T. como de costumbre fue a desayunar a la cafetería cuando fue abordado por Tony Barcelona, el asistente del director, quien le indicó que estaba violando el código de vestir del distrito y le pidió que fuera a su oficina.
Una vez ahí, Barcelona le dijo que fuera donde la coordinadora de disciplina Helen Day.
Esta funcionaria le mostró el código de vestir a J.T. y le explicó que su corte de pelo violaba el reglamento. Mientras el alumno estaba reunido con Day, según la demanda, el asistente de director llegó al lugar y amenazó al muchacho con ponerlo en suspensión escolar interna indefinida (In-School Suspension) a no ser que aceptara pintarse el cuero cabelludo de inmediato.
La suspensión escolar interna, indica la demanda, requiere que un estudiante permanezca en una habitación durante la jornada escolar y no le permite ir a sus clases, lo que dificulta el éxito académico.
Al parecer, ni Barcelona ni Day le explicaron al menor que podía apelar la supuesta medida disciplinaria y tampoco le informaron que podía consultar el asunto con sus padres.
Como nunca había estado en problemas, J.T. no quería ser suspendido, meterse en líos con sus padres, tener una suspensión en su registro escolar o ser expulsado del equipo deportivo de atletismo en el que estaba.
Bajo gran coacción, indicó que de las dos opciones que le estaban presentando para resolver el problema de inmediato, escogía pintar su cuero cabelludo, se lee en la demanda civil.
La coordinadora de disciplina le pasó al alumno un marcador Sharpie color negro en frente de Barcelona.
El marcador no cubrió el diseño del corte de pelo, sino que lo hizo más notorio y obvio para los que estaban presentes al comienzo del proceso.
La señora Day tomó el marcador y ella misma empezó a colorear el cuero cabelludo de J.T. sin que él la hubiera autorizado a hacerlo y le pareció que eso era ofensivo, asegura el documento de la demanda.
Mientras la coordinadora de disciplina estaba pintando al alumno, la maestra Jeanette Peterson entró al recinto y le pidieron ayuda para seguir con el proceso y ella lo hizo.
Los demandantes aseguran que los tres funcionarios se reían de lo que estaba ocurriendo y el estudiante estaba muy asustado.
Finalmente, le permitieron a J.T. volver a su rutina y cuando sus compañeros notaron lo que le habían hecho, algunos empezaron a hacerle burlas y a subir memes a las redes sociales.
El estudiante se sintió humillado y avergonzado, destaca la demanda, al tiempo que indica que un estudiante anglosajón llamó a J. T. escoria, un término peyorativo que se usa como estereotipo racial contra jóvenes de raza negra para indicar que son criminales. “J’T. nunca ha tenido problemas con la ley o en la escuela”, sostiene el documento.
Los padres de J.T. aseguran que trataron de que las autoridades escolares los recibieran para aclarar el asunto, pero sus solicitudes no fueron atendidas.
Se informó que, tras el incidente, el código de vestir del distrito, que es 86 por ciento anglosajón, fue modificado.
“A pesar de este comportamiento extremadamente vergonzoso y antecedentes de racismo, el distrito escolar de Pearland nombró a Tony Barcelona director de la secundaria Berry Miller, dejó a la señora Day y a la maestra Pererson en sus posiciones actuales y se negó a reunirse con los padres del estudiante para discutir sus acciones o cualquier entrenamiento a los empleados del distrito”, dijo Randall Kallinen, el abogado que presentó demanda.
CON INFORMACIÓN DE EL DIARIO