ESCOCIA.- Una bebé de 13 meses de edad falleció después de haber sido metida a una secadora de ropa por un amigo de su madre y sufrir graves lesiones en la cabeza.
Los hechos sucedieron el 8 de enero de 2018, en Hamilton, una localidad de Escocia, donde la pequeña vivía con su progenitora. La mujer fue a visitar a un amigo, por lo que encargó a su hija con Thomas Dunn, de 25 años.
El sujeto dijo que estaba “bromeando”, por eso “ayudó” a la bebé a subir a la secadora y entrecerró la puerta. Después, dijo, la máquina se activó sola y comenzó a girar con la niña en su interior.
Más tarde, el hombre contactó a la madre para decirle que la niña había chocado con su carrito y le había sangrado la nariz, luego había tomado una siesta, pero al despertar no parecía estar bien, pues “se dejaba caer de lado”. Ante ello, la llevaría al médico.
Cuando la niña arribó al Hospital Ninewells, un examen reveló dos fracturas en el cráneo y daño cerebral. Poco después murió.
Esta no era la primera vez que Dunn agredía a la fallecida. De acuerdo con las investigaciones, días antes de su muerte, el sujeto la golpeó en la cabeza y el cuerpo, causándole heridas graves.
La madre, cuya identidad se mantiene en reserva, dijo que pasaba por una difícil situación y el sujeto se había convertido en un importante apoyo, por eso le encargó en tres ocasiones a su hija.
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En junio pasado Dunn fue declarado culpable de un cargo de conducta imprudente y un cargo de asalto.
El sheriff Alistair Brown lamentó que solo pudiera encarcelar al hombre por un máximo de cinco años, por ello remitió el caso al Tribunal Superior de Edimburgo para su sentencia.
Niall McCluskey, abogado de Dunn, dijo al Tribunal que su cliente «sufría de depresión y problemas de salud mental”.
Este argumento no sirvió de mucho, ya que el presunto agresor fue condenado a siete años en prisión y tres más de libertad condicional.
CON INFORMACIÓN DE SDPNOTICIAS