CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El Sistema Estatal Anticorrupción no solo voltea a ver lo que hacen los funcionarios públicos en el tema de corrupción, sino también a la sociedad civil.
Por ejemplo cuando un empresario se colude para beneficio propio en asignación de obras, de contratos, permisos, desincorporación de inmuebles públicos, etcétera, es sujeto a la misma ley de responsabilidades, advirtió el Presidente del Comité de Participación Ciudadana del Sistema, Héctor de Anda Cortez.
Dijo que la intención de este sistema no se trata solo de voltear a ver al funcionario como el corrupto y la base de todos los males, ya que para que exista uno, hay el otro.
Por eso es que también pueden ser motivo de investigación, personas de la sociedad civil que se compruebe que participan o cometen actos de corrupción.
Esto significa que no necesariamente debe ser un funcionario público, sino que pueden ser sindicatos, organizaciones no gubernamentales y otros a los que se les puede investigar.
Expuso que el propósito, es que se pretende que la integridad y la ética sea de promoción hacia la sociedad entera.
Que como consecuencia -no como fin primario- la función pública sea eficaz eficiente transparente y ejemplo de vivir en la honrada medianía que permite el salario obtenido.
Aún falta mucho para consolidar el Sistema Estatal Anticorrupción, por ejemplo, la profesionalización del servidor público, que exista el servicio profesional de carrera.
Otras de las cosas que faltan, es que accedan a los puestos -por oposición- los mejores preparados para evitar las curvas de aprendizaje y los errores de quienes no conocen y toman decisiones que a todos afectan.
Ese es el primer punto de la corrupción, el aceptar un puesto sin estar preparado para desempeñarlo.
Además, falta la consolidación de las Contralorías Sociales, que es un gran tema que pretendemos se formalice y que sea de un acompañamiento permanente a la toma de decisiones de los gobernantes.
Que cada acción de ejercicio presupuestario esté acompañado de su Contraloría Social, así no habrá obra, adjudicación o programa social que no esté avalado por los mismos beneficiarios.
Algo mas que falta, es la sistematización en las ventanillas municipales para evitar el contacto entre servidores públicos y usuarios, que a su vez eviten la discrecionalidad como parte de la mejora regulatoria.




