Con los objetivos de imprimir un mayor dinamismo, trabajar en territorio, escuchar a la militancia e ir por la confianza y el voto de la sociedad civil, Arturo Fidel Núñez Ruiz va por la presidencia del comité del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tamaulipas.
La decisión la tomó hace unos días cuando un grupo de amigos, entre ellos Homero Díaz, Eliseo Castillo y Lucino Cervantes, los tres ex dirigentes estatales del priismo, se lo plantearon.
Será a partir de esta semana cuando intensifique su activismo a lo largo y ancho de la entidad y estará en espera del lanzamiento de la convocatoria que establezca las bases y los tiempos para el proceso de selección del nuevo presidente del tricolor estatal.
El tamaulipeco cuenta con un factor adicional a favor de su proyecto: es amigo de Alejandro Moreno Cárdenas desde los tiempos en que ambos fueron dirigentes del Frente Juvenil Revolucionario (FJR). ‘Alito’ era el líder nacional de los jóvenes priistas y Arturo encabezaba a los chavos tricolores del estado. Desde entonces mantuvieron la amistad, la que hoy cobra especial relevancia.
Fiel al perfil de su generación, Arturo Núñez Ruiz es licenciado en Economía por la Universidad Regiomontana, de Nuevo León. Estudió una maestría en Políticas Públicas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Además, ha cursado diplomados en Dirección Estratégica en la Administración Pública y en Análisis Técnico Financiero.
Un año después de concluir sus estudios universitarios, en 1998, Arturo Núñez se incorporó al PRI. Eran los tiempos de las consultas a la base priista y de la transición democrática del país. Por aquellos días se integró al Movimiento Juvenil Revolucionario.
Al ser invitado a laborar en el servicio público, se desempeñó como coordinador de giras en la secretaría particular del gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington.
En 2002, Arturo Núñez se labró la ruta para llegar a la presidencia del Frente Juvenil Revolucionario en Tamaulipas. Ese camino lo llevó a conocer a Alejandro Moreno Cárdenas. Los jóvenes de entonces ahora se encuentran en la toma de decisiones del partido. En el FJR estuvo tres años, hasta 2005.
Un lamentable accidente automovilístico provocó que se retirara durante un buen tiempo de la actividad política. Su rehabilitación fue lenta, ardua. Le llevó años recuperarse. Fue tiempo suficiente para la reflexión y el análisis.
Hace casi una década, decidió incursionar en la iniciativa privada. Era un tema que tenía pendiente en su agenda profesional. Se convirtió en franquiciatario de la Pastelería Suspiros, con presencia en Tamaulipas, Guanajuato y Aguascalientes.
Hacia el final del sexenio de Egidio Torre Cantú, se reincorporó al servicio público. En 2016, fue designado coordinador de operación política de la Secretaría General de Gobierno en la zona sur de Tamaulipas.
Sin embargo, no estuvo mucho tiempo ahí: asumió la coordinación general de una de las pocas campañas priistas que lograron salir adelante en la contienda electoral de 2016, la de Anto Tovar, candidato a la diputación local por el Distrito 10, con cabecera en Matamoros.
Cuando Alejandro Moreno Cárdenas decidió ir por la presidencia nacional del PRI, su amigo en Tamaulipas, Arturo Núñez Ruiz lo apoyó desde la coordinación operativa de su campaña en el sur tamaulipeco. Como se esperaba, ‘Alito’ ganó de manera contundente en el estado y en el país.
Tras la renovación de la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional, lo que viene es el cambio en el comité estatal del priismo. Yahleel Abdala dejará el cargo para dedicarse de tiempo completo a su labor como diputada local. El lanzamiento de la convocatoria, facultad que corresponde al CEN del PRI, deberá darse pronto, en las próximas semanas.
El reto de reconstruir al partido tricolor es enorme. Es una misión compleja, llena de obstáculos y riesgos. Lo más difícil es recuperar la confianza de la militancia y de la sociedad. Eso lo sabe Arturo Núñez.
No obstante, el tamaulipeco coincide con Alejandro Moreno en que llegó el momento de inaugurar una nueva era, un nuevo capítulo en la historia del Revolucionario Institucional. Es un trabajo que debe transitar por dos vías: escuchar a los militantes y estar en contacto con los ciudadanos, con los diversos sectores de la sociedad civil.
De esa forma, el PRI podría comenzar a recuperar posiciones en la elección 2021, cuando se disputen -en Tamaulipas- las 43 presidencias municipales, las 22 diputaciones locales y las 9 diputaciones federales. Quienes hoy detentan el poder en la esfera estatal y nacional, podrían entrar en la inercia normal del desgaste. El priismo estaría al acecho, con una propuesta articulada.
Esa sería la meta de Arturo Núñez en caso de alcanzar la presidencia estatal del PRI: recuperar alcaldías y asientos en el Congreso del Estado y en el Congreso de San Lázaro. Ese es su proyecto.
Y PARA CERRAR…
Donde el PRI necesita una intervención quirúrgica de urgencia es en Tampico. ¿Será tiempo de convencer a Sergio Villarreal Brictson de participar de lleno en la reconstrucción del partido y darle vida al tricolor?
El liderazgo del empresario a nivel territorial es recordado por muchos militantes y por actores de otras organizaciones políticas que reconocen su capacidad. ¿Regresará al activismo político?