CIUDAD DE MÉXICO.- Diana murió en una cesárea presuntamente mal practicada en la Clínica Higinio G. Pérez, institución que la trasladó a otro hospital pero simuló que aún llevaba signos vitales.
En el espacio noticioso de Ciro Gómez Leyva, el esposo de Diana Ramírez Polanco, de nombre Jonathan Peñaflor Guevara, presentó su caso y denunció la negligencia de la que, afirma, fue víctima su esposa.
Fue en la Clínica Higinio G. Pérez de la “Escuela Libre de Homeopatía de México”, que se ubica en la colonia Morelos, CDMX, donde la mujer tuvo a una niña, momentos antes de morir.
Jonathan Peñaflor relató que el pasado 5 de septiembre, Diana ingresó, en perfectas condiciones, a la Clínica Higinio G. Pérez de la “Escuela Libre de Homeopatía de México”, donde tenía programada una cesárea.
Los citaron a 10 de la mañana para practicarle exámenes preoperatorios a Diana, y si todo salía bien, la cesárea se realizaría a las 4 de la tarde.
Luego de una hora, contó, le llevaron a su hija recién nacida y le comentaron que todo estaba muy bien y que en unos momentos me llevarían a su esposa a la habitación.
Jonathan contó, en Radio Fórmula, que a las 7:30 horas de la tarde llevaron a Diana a la habitación, pero “ya se veía mal”. Él salió unos momentos a comer.
Cuando regresó, relató, observó los pasillos llenos de sangre, por lo que quiso entrar a la habitación, pero le negaron el acceso. En tanto, a su esposa la llevaron nuevamente al quirófano.
Jonathan Peñaflor recordó que alrededor de las 10:30 de la noche, de la clínica lo mandaron a conseguir bolsas de sangre y donadores, pero nunca les hicieron ninguna prueba.
A las 12 de la noche, señala, el practicante de la cesárea, el doctor Samuel Infante, le informó que trasladarían a su esposa al Hospital General… pero todavía “tardaron de 40 a 45 minutos en preparar ambulancias”.
Jonathan relató que al llegar al Hospital General les dijeron que no había un lugar asegurado “como lo había confirmado el doctor”.
Además, personal de ginecología tuvo “una pequeña discusión con dicho doctor y lo cuestionaron porque llevaban a mi esposa en esas condiciones y negó que él haya realizado la cesárea”.
Jonathan comentó que Diana fue trasladada sin vida de dicha clínica al Hospital General y que un enfermero manipuló los niveles del aparato que registra los niveles de respiración con una bomba de aire.
El joven además afirmó que su esposa traía vendoletes en los ojos. “Estaban pegados”, contó.
Ante el suceso, el joven levantó una denuncia ante el Ministerio Público por negligencia de parte del hospital, y fue acompañado por personal que atendió a su esposa en el Hospital General.
CON INFORMACIÓN DE SDPNOTICAS
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