Durante el 2019 el promedio de lluvia ha sido por mucho, menos de lo que se esperaba para la actual temporada de lluvias.
Cada septiembre, por ejemplo, el promedio de captación del sistema lagunario en la zona sur de Tamaulipas, superaba el metro y medio de profundidad, hoy apenas alcanza los 35 centímetros.
El problema del agua va más allá de vernos afectados por la presión con que recibimos el agua potable o de apenas mojarnos a las rodillas si vamos el fin de semana a las lagunas o ríos de la región, este problema implica afectaciones en la calidad del agua que consumimos, en la operatividad de la zona industrial y pesca de pescados y mariscos.
La urgencia de resolver el problema del agua va más allá de orar por más lluvias, por ello los empresarios de Tamaulipas se han pronunciado públicamente sobre la necesidad de unir esfuerzos con el Gobernador del Estado para demandar a la Federación, se realicen proyectos de infraestructura hidráulica.
Los empresarios no están sólo pidiendo más drenes pluviales, el problema del agua es que los diques para contener el líquido en las represas dejan escapar el doble de lo que se consume en la región sur, esto debido al mal estado en que se encuentran.
La zona sur consume aproximadamente 4 metros cúbicos de agua por segundo y el mal estado de los diques tira cerca de 8 metros cúbicos de agua por segundo, es muy difícil dimencionar la cantidad de agua que usamos, por lo que es casi imposible entender cuánta se desperdicia.
Esta semana el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA se reunió con empresarios de las diferentes cámaras que integran el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas, que este año preside JESÚS ABUD, ahí le externaron su preocupación por la situación que padece el estado y la terrible perspectiva que se prevé llegue en 2020 si continúan escaseando las lluvias.
La otra calamidad no es del agua, pero viene con ella.
Ya suman cerca de 10 toneladas de peces muertos en las aguas del Pánuco, los que han ingresado por el Canal de La Cortadura y llegaron hasta la Laguna del Carpintero, el ayuntamiento de Tampico se dio a la tarea de retirarlos y sepultarlos para evitar su consumo.
Las autoridades de Salud vigilan que el producto que se oferta en la zona esté en optimas condiciones, pero el miedo ha hecho que se desplomen las ventas en los mercados de pescados y mariscos, y hasta los restaurantes han resultado afectados.
Aunque se siguen investigando las causas, ecologistas y oceanólogos coinciden en que la alta salinidad del agua, producto de el bajo nivel de los mantos es uno de los factores que podía estar causando tal mortandad, sin embargo, la contaminación podría ser otro causal determinante.
Aún más, no podemos olvidad que este año se perdió en su totalidad la siembra de soya, más de 24 mil hectáreas, sólo en la zona sur, se secaron y ni la amenaza de lluvia de la Depresión Tropical que azuzó a Tamaulipas, fue suficiente.
El centro del estado vive una complicada situación, aunque hay agua en la presa Vicente Guerrero, el sistema de bombeo y distribución está tan dañado que se pierde más agua que la que llega a Ciudad Victoria, esta situación lleva años haciendo padecer a la población y el tandeo ha sido la única opción para llevar agua a todos los sectores de la Capital.
Así es como muchas familias tienen qué madrugar o desvelarse porque sólo de noche sale agua en las llaves de su casa, los más afortunados (ó prevenidos) ya tienen tinaco, pero la mayoría recolecta en botes y cubetas.
El panorama no solo es preocupante, es desalentador, y lo más grave es que pocas personas están haciendo conciencia de que urge cuidar el agua, no desperdiciarla regando banquetas, lavando coches con manguera y demás.
La indiferencia de las autoridades federales seguirá, la prioridad es ahora tumbar cerros y talar selvas, por lo que nos toca seguir esperando y que los gobiernos estatal y municipales, los legisladores y ahora cámaras empresariales, se unan para hacer presión con el de arriba.
QUE CURIOSO
Se cumplieron 34 y 2 años de los sismos que más daño han causado a México, pero también los que han unido más a los mexicanos.
La historia sigue cimbrando nuestros corazones y recordándonos lo efímero del tiempo, el poder de la naturaleza y lo poco preparados que estamos en materia de protección civil, no es suficiente un día para simular contingencias.