El columnista es Premio Nacional de Periodismo 2016, autor de las novelas “Erase un Periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y del libro de cuentos, “Por acá dejó su alma”.
Sube de tono la guerra entre PAN y MORENA.
El primero utiliza a los más veleidosos de sus miembros, (abanderados por Vicente Fox), y el rechazo tácito hacia el gobierno federal en la mayoría de los espacios que domina, argumentando diversas razones, entre otras, la violación a la soberanía.
Actúa como agregado natural, el sector empresarial que desde su trinchera está obsesionado en entorpecer las acciones oficiales, además de patrocinar campañas de la más baja y sucia manufactura.
Otro aliado incondicional lo es el clero político que desde el púlpito no deja de atacar al supremo gobierno…y sobre todo a AMLO, acudiendo a máximas de orden moral que los curas no siempre cumplen con el debido respeto a su religión.
En esta amalgama de intereses creados aparecen en alegre amasiato, partidos como el PRD, MC, Verde Ecologista y hasta el PRI “que se agarra de cualquier clavo ardiendo”. (Disculpe la referencia de un amigo que decía: “el jodido a todas va”).
Por su parte, MORENA se atiene a su mayoría legislativa, a uno que otro francotirador al estilo de Fernández Noroña, al prestigio y calidad moral de sus más distinguidos militantes, y desde luego al indiscutible liderazgo de AMLO, respaldado por la mayoría mexica. Es decir, por el poder popular.
Ni más ni menos.
Es el escenario donde la república trata de sobrevivir dignamente.
Y es en el senado donde parecen surgir los mayores escándalos. A partir de este martes por ejemplo, iniciaría un debate de alto impacto para tres estados, (y para la praxis política en general), entre ellos Tamaulipas.
En todo caso, la intervención del poder judicial será determinante, más allá de la votación de MORENA. Ojo con la mayoría simple.
El columnista no cree que fructifiquen las iniciativas al respecto, pero de que causan inquietud, eso-que-ni-que.
Digamos que es la estrategia por medio de la cual, las partes en pugna velan armas.
La confrontación sube de tono digo, como era de esperar ante la gran cruzada moral que implica la Cuarta Transformación. Es una auténtica disputa por la nación, donde va imponiéndose la justicia social como objetivo último y más importante.
No es asunto menor, cuando ambas fuerzas se enfrentan a cielo abierto. El panismo llama a manifestarse públicamente contra el régimen federal, (incluso exigiendo la caída de AMLO), y aunque su convocatoria ha sido fallida, no deja de reflejar lo hecho por organizaciones ultraderechistas en algunos países latinoamericanos.
En este sentido, se trata de provocaciones tendientes a producir víctimas para acusar al gobierno de represor, violador de derechos humanos y hasta de “criminal”, de ser posible.
Por ello no extraña la aparición de grupos violentos, que en cualquier manifestación abusan del anonimato causando todo tipo de destrozos, quedando claro que son contratados para el efecto.
¿GUERRA SIN FIN?
En México entonces, derecha e izquierda están enfrentadas a todo lo que dan, y las consecuencias son de pronósticos reservados, en tanto no se logre moralizar a la república.
De ninguna forma peligra el gobierno de AMLO, por el contrario, cada acción lo fortalece. Es el coraje de los conservadores que son avasallados por las evidencias de que sirvieron y se sirvieron de regímenes corruptos, participando del saqueo nacional y disfrutando la respectiva impunidad.
Se resisten a perder privilegios. He ahí su problema.
Estos reaccionarios son herederos de los que se opusieron a la Independencia, Reforma y Revolución. Es la mentalidad explotadora y racista aplicada con desprecio a la mayoría nacional.
Pero todo indica que el jueguito para ellos terminó, iniciando lo que podría ser la etapa más brillante para la república.
Los conservadores dan sus últimos coletazos, tratando de evitar las consecuencias que la historia inmediata les depara. He ahí el peligro.
Mientras tanto, todos sabemos que están moralmente derrotados, sea que su victoria es imposible, como afirma AMLO.
SUCEDE QUE
Por supuesto que Tatiana Clouthier es diputada federal y no senadora de la república, como se dijo erróneamente en la columna anterior. Esto ratifica que al cazador más experto se le escapa la liebre. Mil disculpas.
Mientras tanto, el magisterio celebra las mejoras logradas a base de presión, donde es indudable la dignificación laboral.
La CNTE y el SNTE se acreditan el triunfo, aunque si revisamos la historia reciente y las públicas evidencias, estaremos en condiciones de reconocer la aportación real de cada una de dichas organizaciones.
Sea como fuere, tocó a Rigoberto Guevara Vázquez líder de la 30-SNTE, dar la grata noticia a los jubilados en día feriado, es decir, anticipándose a lo que pudiera decir la CNTE.
Ahora los maestros que entregaron treinta o más años a la enseñanza, esperan que se concrete aquello por lo que lucharon tanto tiempo.
Otro acto de justicia dentro de la Cuarta Transformación.
Y ni modo que sea invento.
Y hasta la próxima.