Hace 198 años, concretamente el veintisiete de septiembre de 1821 termina la lucha armada iniciada por don Miguel Hidalgo y Costilla por la Independencia de México y se
firma el pacto de la insurgencia entre don Vicente Guerrero y el coronel Agustín de Iturbide para dar paso a una nueva nación que hoy conocemos como los Estados Unidos
Mexicanos razón por la cual los habitantes de este gran país celebramos con júbilo la fecha y la parte oficial hace una remembranza de los hechos ocurridos en el pueblo de Dolores.
El platillo servido según las crónicas históricas fueron los muy sabrosísimos chiles rellenos con queso y cebolla, guiso que mucho gustó a don Agustín de Iturbide por lo que los llevó a su mesa familiar donde generalmente no faltaban, claro, acompañados de cebolla, tomate y ajo sin faltar un sabroso vino tinto.
Bueno con decirles qué hasta el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla, gustaba consumirlos hasta chuparse los dedos no se diga de doña Leona Vicario y su esposo el Corregidor Dominguez.
Como podrán observarlo el guiso al que hacemos mención es de procedencia indígena y hasta la fecha sigue siendo uno de los mejores platillos del pueblo mexicano que
acompañados con arroz, cebolla, tomate y ajo hacen de este una de las mejores comidas de nuestro pueblo ….. a ver ¿quién dijo No?
A propósito allá por los tiempos de mi niñez nuestra jefecita preparaba unos chiles rellenos envueltos en huevo y acompañados con una sabrosísima limonada, claro sin faltar los frijoles las papas fritas, la salsa de tomate y las tortillas de maíz y de harina.
Hoy seguimos consumiendo el mismo guiso en casa, por lo tanto y en este sentido nada tengo que envidiarle al Padre de la Patria aunque si debo decirles que muchas de las comidas que acostumbramos tienen sus orígenes en la lejana arabia, quienes la llevaron a España y de ahí algunos guisos llegaron a tierras americanas aunque no hay que pasar por alto que gran parte de la comida mexicana nos llega del México antiguo que por cierto sabían comer platillos excelentes y en abundancia sin faltar la exquisita bebida de maguey.
Dentro de los frutales los mas conocidos aparte de la naranja, la lima, el mezquite y el guamúchil eran la granada y el limón dulce sin faltar el plátano indio con leche o licuado sin hielo pues este todavía no aparecía por el pueblo de mis antepasados.
El agua para beber era extraída a cubeta desde una noria de diez a quince metros de profundidad y cuando el mecate se rompía había que meterse al pozo para extraerla del cual cada día se sacaban por obligación alrededor de cincuenta cubetazos que se usaban para regar los árboles frutales y matas del huerto así como la calle siendo esto un trabajo diario que nos hizo “agarrar brazo y conejo”.
En fin eran otros tiempos y otras costumbres de las cuales ya muchas desaparecieron pues la Juventud de hoy ni de gracia son capaces de hacer este trabajo.
Ni siquiera hacen la lucha de agarrar la cubeta mucho menos barrer la calle porque les da Vergüenza….. hágame el chingado favor.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.