MANTE, TAMAULIPAS.- En la colonia Santa María de Guadalupe a 17 kilómetros de la cabecera municipal de Ocampo inició el recuento de los daños.
Las familias apoyadas por el Ejército Mexicano con el plan DNIII en marcha y elementos de Protección Civil, no solo buscan sacar de sus domicilios el agua y el lodo, al mismo tiempo realizan un recuento de daños.
Lavadoras, colchones, estufas, muebles, ropa y enseres de todo tipo, eran parte del patrimonio que ahora está inservible.
Protección Civil del Estado, estimó que lo mismo que ocurrió en algunas de las viviendas de Santa María de Guadalupe, por lo que estiman daños de 70 a 80 casas, lugares dónde iniciaron las labores de limpieza, para luego ver qué necesitan y decirles en qué los van a ayudar.
Y ayuda, es la palabra clave para doña Patricia Dámaso, quién junto a su esposo Ramiro, sus hijos y personas que acudieron a ayudarle, entra y sale de su cocina llena de lodo para limpiar, tirar, escoger qué sirve y que no, en medio de una tristeza que no había experimentado antes.
“Todo se lo llevó el agua, el refri, la lavadora, mesas , todo se fue, el agua se vino feo empezó a cruzar aquí en medio, cuando me levanté vi que el nivel del río comenzó a subir y ya para las diez no teníamos ya nada, no nos quedaba de otro más que correr”, dijo.
Afirma que ya el Gobierno del Estado y el Municipal pasaron a verlos y aunque no les dijeron con qué ni cómo, hicieron el compromiso de ayudarles pronto.
Para su esposo Ramiro el impacto de ver el agua “corriendo a borbollones” por su patio no se le olvida.
Nos permite entrar a su casa y nos advierte que el piso está resbaladizo de tanto lodo: Adentro, su pequeño hijo toma una pala y ayuda a sacar el agua mezclada con la tierra que invade la vivienda en la que solo un colchón parecer haberse salvado.
“Venga y mire aquí, tome fotos acá” nos dicen algunos pobladores que están urgidos porque se muestre su tragedia, pues afirman que solo así, es como será posible que reciban la ayuda de la parte oficial.
Elementos del ejército patrullan, ayudan, levantan, limpian y reconfortan a las familias que afirman que más allá de la tragedia, no se han sentido solos.
Ya les llevaron kits de limpieza para sanear sus hogares, les entregaron despensas y les ofrecieron apoyo médico.
Así, al menos en ese sector de la colonia Santa María, el panorama se repite en una y otra vivienda, donde unos perdieron algo, otros todo, pero ninguno la esperanza de ser apoyados, de no ser olvidados y que su confianza en la autoridad, no se vaya como sus pertenencias, entre el agua y el lodo.