CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Ante el incremento de la vigilancia en los duchos de Pemex, el robo de gas L.P se convirtió en una alternativa para las bandas criminales, pues este delito se ha incrementado de manera considerable en los últimos meses.
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), esta práctica ilegal que representa pérdidas por 13 mil millones de pesos, se concentraba en el centro de país, pero recientemente empezó a registrarse en Tamaulipas y Nuevo León.
Una investigación recientemente publicada por la BBC, también confirmó que por lo menos uno de los grupos criminales que operan en la entidad, empezaron a practicar este delito.
Esta amenaza consiste en la ordeña directa de los ductos por los que Pemex transporta gas, pero también el robo de pipas en las carreteras, un mal que Tamaulipas padeció por varios años, sobre todo entre el 2014 y el 2016 cuando Reynosa encabezó los índices de robo de pipas de gas.
Según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado (Amexgas), el robo de este combustible suma 13,000 millones de pesos.
Y de acuerdo a cifras de consultoras, como Etellekt que contradicen las estadísticas de Pemex, en lo que va del año se han detectado 516 tomas clandestinas para extraer gas licuado de petróleo, mientras que en todo el año pasado la cifra fue de 215.
Los sitios donde comenzó esta práctica y que siguen siendo los líderes son Puebla, Estado de México e Hidalgo.
El mismo presidente reconoció que la problemática va en aumento. “Últimamente se nos está presentando lo del robo en gas, que es muy riesgoso”, dijo Andrés Manuel López Obrador.
Según especialistas en seguridad, el aumento del “huachigas” o “gaschicoleo” está en manos de las mismas bandas que se dedican al robo de gasolina, y que vieron afectad su negocio tras el incremento de vigilancia en los ductos.
El director de la Agencia consultora Etellekt advirtió que se trata de un problema grave, y mucho más peligroso que el del huachicol.
“Es un problema muy serio porque se trata de un combustible que implica mayor riesgo su extracción ilegal, a diferencia de la gasolina o diésel”, le dijo a la cadena BBC. “Es un combustible mucho más volátil por las técnicas que emplean y que son cada vez más rudimentarias”.
Por Tamaulipas atraviesan la región noreste de gasoductos que atraviesa Monterrey, Reynosa y Madero con 2,485 kilómetros de ductos, lo que resultaría atractivo para las bandas delictivas.
Además hay en la entidad una estación de CENAGAS, denominada Estación 19, y dos privadas en Soto La Marina y Altamira.
También hay puntos de importación en Ciudad Mier, Camargo, Reynosa, y Altamira.
Según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas, las bandas delictivas incluso han creado su propia red de distribución de gas robado.
Para ello, utilizan pipas de agua que también roban. El problema es que esos vehículos no están construidos para este fin, por lo que ello también representa un peligro latente para la población.
Recientemente, los casos de robo de combustible (gasolina) en Tamaulipas se han agudizado en cuatro municipios que aparecen entre los 20 del país con más tomas tomas clandestinas detectadas.
Se trata de Altamira, Matamoros, y Río Bravo donde las ordeñas se incrementaron en lo que va del año y González donde sí logró reducirse el hurto a Pemex.
Matamoros es el municipio donde creció de manera más importante el “huachicoleo”.