Más allá de que si era o no la ventanilla para exigir más recursos para los municipios, la respuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, primero a empujones y luego utilizando gas lacrimógeno contra alrededor de 250 alcaldes que exigían hablar con él, es lamentable, reprobable y vergonzoso.
Así es mis queridos boes, porque los que estaban ahí frente a Palacio Nacional no exigían una plaza de maestros, no exigían que los dejaran seguir robando huachicol, no eran los anarquistas que se aparecen en muchas de las marchas de la CDMX, eran alcaldes y como tal son representantes de miles, de millones de ciudadanos y por lo tanto repelerlos con gas lacrimógeno todavía es más grave.
Entre los 250 alcaldes estaban dos de Tamaulipas, Enrique Rivas de Nuevo Laredo y Xicoténcatl González de Victoria, ambos recibieron su dosis de lacrimógeno porque buscaban más recursos o que no se recitarán los que ya recibían sus municipios, como pretende el Presupuesto de Egresos 2020.
El portazo, la represión, la gaseada a los alcaldes, el desaire del presidente va con copia para los ciudadanos de a pie, de los de Victoria y de Nuevo Laredo, porque insisto lo que ambos personaje iban a pedir, a exigir era recursos para sus ciudades.
Y más allá de cómo nos caiga nuestro alcalde, la forma violenta con la que se les trató, habla de intolerancia, de torpeza, pero también de que la 4T no tiene la menor intención de gobernar para todos.
Aquí y en otros espacios hemos leído y hemos visto decenas de imágenes en las que se vandaliza al Palacio Nacional por normalistas, maestros de la CNTE, por anarquistas, hemos visto cómo los soldados reciben bofetadas y como se golpea a la policía capitalina porque del alto mando la orden es no reprimir las manifestaciones.
Lo de ayer era eso, una manifestación, un acto de presión para que AMLO recibiera a los alcaldes y éstos le expusieran su preocupación por los recortes que vienen en el presupuesto del año que entra.
La respuesta, reitero, fue gasearlos como lacrimógeno, que primero reconocieron como tal y por la noche quisieron llamarlo de otra forma.
¿Por que la diferencia de trato entre las manifestaciones de los anarquistas, los maestros de la CNTE y demás grupos violentos con la de los alcaldes, que se supone son gente educada, al menos de buenos modales?
No tiene gran ciencia, los de ayer eran en su mayoría panistas, para López Obrador eso significa: conservadores, corruptos, fifis, traidores, enemigos.
No defiendo a Rivas, mucho menos a Xico, porque soy de los que desapruebo su primer año de gestión, pero si defiendo la investidura del alcalde, la autoridad del presidente municipal y la representación que este tiene de todos los ciudadanos de su municipio.
¿Qué nos dejan para pensar a los ciudadanos comunes con actos como el de ayer?, ¿no se supone que el presidente es para todos?, ¿no se supone que debe haber coordinación entre los tres niveles de gobierno, porque ayer lo que vimos fue al Federal lanzando gas lacrimógeno al municipal?.
Me extrañó por ejemplo la reacción del diputado federal Mario Ramos, del Movimiento Ciudadano, sacando o intentando sacar raja política atacando a Xico (en lo personal para mi indefendible), pero no cuestionando la forma en que fueron tratados por el Ejecutivo.
“El edil quiere hacernos creer que ir a tocar la puerta de Palacio Nacional es una gestión. No lo es, lo que está haciendo es un teatro lamentable porque si tiene recursos y los utiliza en bonos, bailes y cabalgatas. Victoria merece un trabajo de gestión real y seria. Si el Alcalde quiere recursos que diga para qué y si no es para bonos de 30 mil pesos yo le ayudo”, publicó en Facebook.
La realidad es que Mario, como ninguno de los diputados federales pudieron hacer nada para que el presupuesto del año que entra le recortara a Tamaulipas miles de millones de pesos que no llegarán como apoyo al campo, conservación de carreteras o que se dejará sin un solo peso a obras hidráulicas para evitar inundaciones y muchos otros ramos que fueron prácticamente desaparecidos.
Del bono de 30 mil, mejor ni hablar, hasta los regidores de su partido se lo embolsaron, que porque se lo merecen.
En fin, lo que creo del tema principal, es que con espectáculos como el de ayer la clase política se sigue desprestigiando, la 4T insiste en darnos señales de totalitarismo que nadie desea para México.
Por cierto los alcaldes no fueron recibidos por AMLO ayer, no los va a recibir, ni siquiera los va a recibir la Secretaria de Gobernación, sino hoy una comisión se reunirá con un subsecretario y con funcionarios de Hacienda.
Si hay que estar atentos al desenlace de este movimiento de alcaldes, quienes ayer advertían que la próxima vez irán con comitivas de sus gobernados y eso si puede desencadenar en un conflicto político de magnitudes mayores, cómo si necesitáramos problemas en el país. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong