Todo el tiempo -que yo sepa desde antes de que yo naciera- ha vivido ahí a un lado de mi casa doña nachita. Todo el tiempo he escuchado su dulce voz, la misma de siempre, decir las mismas palabras cuando se levanta con el sol y cuando oscurece, y así hasta después que me dijeron que había muerto. Y luego la volví a ver como por un milagro regando las macetas. Por eso dicen que la gente cuando no sabe algo lo inventa.
Así pasa en estos vecindarios. Hay personas de las cuales llegas a saber todo, por alguna razón, no porque andes investigando o porque ellos te anden investigando a ti, pero llegas a escucharlo todo. De pronto, por temporadas hay una ventana con un vidrio roto y por allí entró el sonido del perro que tuvieron los vecinos al lado, ellos saben cuántos platos lavaste. Supiste de las veces que el señor la golpeaba o que ella hacía lo mismo con el fulano.
De todo eso tampoco se pela uno, saben más de uno que uno mismo, por ejemplo, hay personas que nacieron antes inclusive de que se hicieran estas viviendas populares, antes de que llegaran los españoles o ninguno de nosotros. Saben bastante. Saben cuándo llega uno y cuándo se pela. No puedes ni abrir la ventana ni la puerta que rechina, le echas mucho aceite y ni así, cuando sales todo mundo se entera, todos con excelente memoria.
Creo que todos, sino es que a la gran mayoría, si nos hubieran preguntado con tiempo suficiente si queríamos vivir aquí, hubiéramos dicho que no.
Aquí el barrio se ha dividido entre los que ya estaban, que se hicieron a un lado para que cupieran los que hicieron la colonia. Hay los que llegaron en tiempo y forma, hay los que de repente llegaron. Están los hijos de los primeros que llegaron y ahora hay los que recientemente compraron y qué hicieron una vivienda o abrieron exitosos negocios.
La colonia no por ser ya céntrica dejo ser de la periferia o se olvidó de los problemas de la periferia, sino que agregó los problemas que a veces tiene de marginación el mismo centro. Algunas calles ya necesitan arreglo sobre otro arreglo y sobre los 20 arreglos que se han hecho desde que la pavimentaron, pero eso ocurre como en todas las colonias y en todas las calles de toda la ciudades por donde pasan los carros y donde cruzan la gente.
De eso hablamos aquí en el vecindario, entre las privadas, hablamos de lo caro o de lo barato. La gente se entretiene hablando de las condiciones sociales. Hay quienes también hablan de lo que no pasó, hablan del calor que hace, de lo que provoca la lluvia, habla de su ropa, de su salud, de su peinado y del de otra, habla y se recrea de sí misma, se hace más fuerte, se miente, se dice cosas al oído.
Suele ocurrir que usted salga de casa alegre y que al rato regrese enojado. Algo pasó en el inter, algo le dijeron mientras pasaba y transcurría por el vecindario. Cuando debieras estar contento hay veces que ni un perro le ladra y hay veces que no hay un solo perro por ningún lado. Y hasta hay letreros en el poste por si no los ve uno Pero son las condiciones momentáneas de la vida, son cosas muy sencillas que que no llegan muy lejos, quizás porque aquel le fue al otro equipo y siempre has querido que le vaya al que tú le vas y aunque sea el que siempre pierde. Y ya ebrios se acuerdan.
Y hay aquí toda la colección de los nuevos valores, están los recién casados en una boda que todo mundo recuerda, y en la que el ex apedreó el carro del novio, están los que no se casaron, está la señora que tiene dos perros enormes , están los jóvenes valores de 40 años, las señoras que viven solas, los viejitos, están los que nunca hablan, y los que se odian a muerte y se aman, pero que todavía no lo saben. Y todo eso, mientras lavo los platos.
HASTA PRONTO.