CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-Finalmente acabó el tan cuestionado, descalificado y odiado horario de verano. Desde hace mucho tiempo atrás se han escuchado voces a favor y en contra de esta medida que se viene implementando de manera oficial desde 1996.
Para muy pocos o casi nadie es sabido que El cambio de horario siempre supone una situación sumamente incómoda.
Cada vez que se acerca la fecha para cambiar el horario empiezan los argumentos a rondar por pasillos y plazas de todo el país, con las clásicas quejas y preguntas acerca de como hacerlo, si debe hacerse desde el sábado o la mañana del domingo, si hay que adelantar o atrasar el reloj, o el miedo a levantarse una hora más tarde o más temprano al día siguiente.
A nivel doméstico la cosa se pone peor. Aunque la información oficial jura y perjura que esa hora ganada al crepúsculo solar se habrá de usar menos tiempo la iluminación del hogar y mas oportunidad de realizar actividades al aire libre y que la luz del dia ahuyenta a los ladrones, lo cierto es que el grueso de la población no ve con buenos ojos esta medida.
Para empezar la propaganda del gobierno asegura que el horario de verano genera un ahorro, y si, es verdad, el ahorro existe, pero en el costo de la producción, mas no en la facturación del servicio, osea que es posible que nunca veamos reflejado el famoso “ahorro” en nuestro recibo, en forma de reembolso.
El Caminante salió a la calle a preguntar a cuanta persona se topó, si el horario de verano le había proporcionado algún beneficio. Sorpresivamente quienes mejor se expresaron de esta medida fueron los jóvenes, pues según argumentaron, les deja ‘mas día’ para llevar a cabo actividades de recreo y deportes. Y aunque aceptaron que al principio es muy difícil levantarse sesenta minutos antes para asistir a clases en el horario matutino, llega el momento en que ni recuerdan que el reloj se haya adelantado.
Pero al preguntarle a personas adultas la versión cambia. Para la mayoría de las y los jefes de familia iniciar labores una hora antes significa encender la iluminación del hogar mas temprano, así que el mentado ahorro de energía viene siendo una verdadera tomada de pelo. Además la idea del mentado ahorro es pulverizada con los constantes aumentos de las tarifas.
Para algunos comerciantes establecidos también supone una contradicción precisamente en temporada de verano pues al haber una hora mas ‘de sol’ también hay que mantener el aire acondicionado encendido una hora.
Para quienes poseen puestos en la vía pública este tema es contradictorio pues aunque suelen trabajar hasta el anochecer, los transeúntes literalmente desaparecen cuando aún es de día.
Años atrás las amas de casa con hijos estudiando en el horario vespertino veían con buenos ojos el horario de verano púes los muchachos regresaban a casa aun la luz del sol, pero a raíz del incremento de la delincuencia y la ola violenta que azota al estado ‘ya no se está seguro a ninguna hora’ recriminaron las señoras.
Aunque a nivel nacional solo los estados de Sonora y Quintana Roo, decidieron no sumarse a la medida desde 1996 hasta la actualidad hay muchas organizaciones políticas, populares y agropecuarios que exigen cancelarla.
También en el plano internacional varias ONG’s han mostrado cifras que contradicen el argumento del ‘ahorro de energía’ y la disminución de delitos.
Lo cierto es que la ‘pesadilla’ terminó y a partir de hoy habrá que enfrentarse a los bostezos desde tempranas horas de la noche, diciendo ‘¿Apenas son las diez? Ya tengo bastante sueño’. Demasiada pata de perro por esta semana.