Mientras el presidente de ocupa del béisbol, de perseguir al hijo de Felipe Calderón porque le dice cosas feas en las redes sociales y se pelea con la prensa que le cuestiona, el país se sigue hundiendo en dos crisis; la económica y la de inseguridad.
Así es mis queridos boes, la masacre de ayer fue en la frontera entre Sonora y Chihuahua, las víctimas tres mujeres y cuatro niños, dos de ellos apenas de meses y hay por lo menos otras diez personas desaparecidas.
“Fue una masacre”, dijo ayer por la tarde noche Julian LeBarón, familiar de los muertos y los desaparecidos, a los que un comando los masacró a balazos y tras el incendio de la camioneta donde viajaban quedaron carbonizados.
Julio LeBarón es un activista líder de la comunidad menonita de Chihuahua, ha participado desde hace muchos años en eventos en busca de justicia y contra la violencia y ayer dijo que habían recibido amenazas de muerte y todo parece indicar que se las cumplieron.
¿Cómo le respondería AMLO a LeBarón ante la muerte de sus seres queridos, de los bebés que ni siquiera cumplían el año ante el reclamo de justicia?, ¿cómo recibirá LeBarón los dichos de AMLO cuando asegura que los tiempos de las masacres quedaron en el régimen pasado y que ya no hay guerra contra los malos?.
Es cierto, se ha contenido al Ejército que en el pasado fue acusado de cometer actos contra civiles, incluso se ejerció acción penal contra algunos militares, por eso dice el presiente que las masacres se acabaron, que no ordenará nunca una sola.
Lo que no entiende López Obrador es que mientras no se ve una estrategia contra la delincuencia organizada y se tiene maniatado al Ejército, los malos cometen casi todos los días una masacre tras otra, aprovechando el permiso que de facto les da el Presidente al no combatirlos.
¿A los cuantos miles de muertos AMLO y Alfonso Durazo, este último titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal reconocerán que si están aplicando una estrategia ésta es fallida?.
Porque el pretexto de todas las mañaneras culpando al pasado a casi un año de gobierno ya debió de dejar de ser válido, porque los números les escupen en la cara que las cosas van peor y las expectativas sugieren que se pondrá mucho, pero mucho peor.
No lo dice la oposición, ni los periodistas fifis, ni los conservadores, son los números del INEGI y del propio gobierno de la llamada Cuarta Transformación los que advierten que México se está desangrando.
Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en todo el 2018 ocurrieron en México 36 mil 685 asesinatos, fue el año más mortífero desde que se miden este tipo de crímenes que han enlutado a cientos de miles de familias en el país.
El dato del 2018 fue aterrador, pero el del 2019, al que aún le faltan dos meses es mucho peor, más desalentador y sumamente preocupante, porque ya se ha rebasado y por mucho los homicidios del año pasado.
Repito, son números de la propia 4T, que a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que al mes de septiembre ya se habían cometido en México 38 mil 855 asesinatos, una cifra espeluznante, esto equivale a un promedio de 140 homicidios por día.
Con tres meses sin contar el 2019 ya es el año más letal de México desde que se mide la criminalidad y aún con ello no hay la más mínima señal de que el Presidente o Durazo reconozcan el fracaso y den un golpe de timón. ¿A los cuántos muertos lo harán?, solo ellos saben.
La otra crisis decía es la económica, el país no crece, está de hecho en una recesión no reconocida por quienes están al timón de este barco llamado México que se dirige a la tormenta.
Cero por ciento de crecimiento, retroceso del 8% en la venta de autos nuevos, 23% menos de inversión extranjera, el desempleo ya roza el 4%, pero AMLO insiste en que “Vamos requetebién”.
Ha convencido a miles de que tiene otros datos y que estos son los reales y no los de todos los indicadores profesionales que dicen vamos en picada.
Bueno tan convincente es López Obrador que hasta el presidente electo de Argentina, el peronista Alberto Fernández se dijo tranquilo ayer en su visita al país, que porque AMLO le ayudará a su país a salir de la crisis económica que padece.
Tamaulipas en Texas…
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca estuvo en Dallas Texas, lo hizo para promover las inversiones de empresarios americanos en Tamaulipas y en especial en busca de traer un vuelo que conecte Tampico con Dallas, lo que incrementaría el intercambio económico y de turismo entre ambas entidades.
“Como parte de nuestra gira de trabajo y promoción de #Tamaulipas en #Dallas se realizó la reunión con Manuel de Oyarzabal, Gerente General de Mercado y Estrategia de Distribución de @SouthwestAir, en busca de conectar vía aérea a #Tampico y #Dallas”, publicó Cabeza de Vaca en cuenta de Twitter. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong