La suerte de Yeidckol Polevnsky parece echada. Por más que se aferra a su posición al interior de Morena, sobran los motivos para pensar que sus días al frente de la dirigencia nacional están contados, si no es que ya terminaron.
En Tamaulipas por ejemplo, la semana pasada tanto el Comité Estatal como el Consejo Político (que no son la gran cosa, pero son los dos órganos directivos en la entidad) reconocieron a Alfonso Ramírez Cuellar como presidente interino del partido, y por ende le hicieron el feo a la Polevsnky.
Se sabe bien que Bertha Luján, la principal competidora por la dirigencia nacional, ha hecho bastante talacha en tierras cuerudas, y desde hace tiempo cuenta con el apoyo de la mayoría de los líderes morenistas que se disputan el control político de estos lares.
Si la postura de la dirigencia tamaulipeca es un augurio de lo que va a ocurrir a nivel nacional, ya podemos adelantar que hay algunos personajes que serán detectados en fuera de lugar por el VAR, como el senador Américo Villarreal Anaya, uno de los pocos que apostó -y al parecer, perdió- por Yeidckol.
Hay razones para pensar que así será, pues el núcleo más duro de Morena, el que nunca estuvo de acuerdo con la llegada de ex priístas, ex panistas y demás tránsfugas de la política, ha mostrado en más de una ocasión su repudio a quien todavía se ostenta como su dirigente.
En Tamaulipas, uno de los enclaves desde donde más se ha operado la oposición contra Polevsnky y el apoyo para Bertha Luján, es la zona conurbada, específicamente Ciudad Madero.
Ahí, el alcalde Adrián Oseguera ya empezó los preparativos para activar la maquinaria que empuje sus aspiraciones políticas, que seguramente van más allá de buscar la reelección el próximo año.