Agobiados por la tragedia de vivir fuera del presupuesto, son muchos los políticos que impulsan la creación de partidos para volver a medrar con las jugosas prerrogativas del Instituto Nacional Electoral.
Como si no fuera suficiente con los organismos que elección tras elección acuden a las urnas como meras comparsas, vendiendo al mejor postor sus raquíticos padrones, todo hace indicar que para el próximo año se sumarán tres partidos a las boletas.
Los tres, impulsados por tránsfugas de la política a los cuales no se les conocen mayores ideales que el dinero, ni otras convicciones que la lucha por un hueso.
En primer lugar de la lista por los avances conseguidos hasta el momento está el Partido Encuentro Solidario, que antes se conocía como Partido Encuentro Social.
En Tamaulipas, impulsan la resurrección del partido evangélico, sus administradores originales como el acaudalado desarrollador inmobiliario, Abdíes Pineda y su hermano, el también constructor Enoc Pineda; junto a ellos sigue pegado el ex priísta Rigoberto Rodríguez, el dirigente estatal que se encargó de sepultar al partido.
El segundo grupo con más posibilidades de convertirse en partido es el de Elba Esther Gordillo bajo el pomposo nombre de Redes Sociales Progresistas. Entre sus filas destacan otros tamaulipecos que en algún tiempo se empacharon con el presupuesto educativo, en primerísimo lugar aparece Enrique Meléndez, cuerpeado por Humberto Hinojosa, “El Oso”.
Y más atrás, pero con el mismo ánimo triunfalista, vienen los calderonistas que buscan crear “México Libre”, mejor conocido como “el partido de Felipe Margarita”. Entre sus principales promotores destacan -no podía ser de otra forma- algunos ex panistas de segunda división de los que pocos se acuerdan.
Pese a que el INE ayer salió a apaciguar sus festejos y advertirles que hasta junio podrá conocerse si se aprueba su creación oficial, la mala noticia es que hay muchas posibilidades de así sea.