CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La ganadería pese a ser una actividad económica y productiva importante, tiene su lado oscuro.
Su impacto devastador, no solo se advierte en el pastoreo de enormes superficies para alimentar las reses, lo que produce erosión de suelos y deterioro en su fertilidad.
Pero en Tamaulipas, el peor impacto de mantener un hato de 1 millón 200 mil cabezas de ganado bovino, es que implica un gasto diario de 48 millones de litros de agua.
Este enorme consumo de agua se vuelve una crisis en temporada de sequía.
Investigaciones recientes de organismo estatales y nacionales, sobre el impacto de la ganadería, advierten que las vacas ya son consideradas como una una amenaza real para el medio ambiente, luego que se considera que cada animal, es capaz de generar una contaminación similar a la que produce un automóvil en un solo día.
El problema es más grave en Tamaulipas, dónde las sequías se han vuelto más prolongadas tanto, que no se han registrado lluvias importantes en los últimos cuatro años.
“Para mantener en buenas condiciones al ganado, se requiere un importante suministro de agua, por las necesidades que tienen esos animales”, dijo José Luis Albarrán Mendoza, médico veterinario.
“Un bovino adulto requiere un consumo de 8 a 10 por ciento de su peso en agua, para desarrollarse en buenas condiciones y soportar las altas temperaturas que se registran en los municipios productores de ganado de Tamaulipas”, señala.
Como ejemplo explica que, una vaca lechera puede consumir de 38 a 110 litros de agua por día; un bovino para carne de 26 a 70 litros al día, y una oveja de 4 a 15 litros al día.
Pero en Tamaulipas se estima que cada res consume en promedio 40 litros de agua, debido al aclimatamiento que tienen y a la posibilidad de ganaderos de suministrarles agua en los ranchos.
“Si multiplicamos el consumo promedio de agua del ganado, por 1 millón 200 mil cabezas de ganado bovino que existen en Tamaulipas, nos arroja que se requieren 48 millones de litros de agua al día, para cubrir su consumo.
Eso representa una enorme cantidad, tanto que sería lo equiparable a almacenar a su máximo nivel todo ese consumo en la presa Pedro José Méndez “, dijo.
Datos técnicos de la Comisión Nacional del Agua, advierten que con esa cantidad de agua se podrían regar 6 mil 500 hectáreas de cultivos y ese volumen de agua consume el ganado de Tamaulipas en un solo día.
Zonas ganaderas críticas por seca
La región que de los municipios de Soto la Marina, González, Aldama y Altamira, son la zona que está en situación critica por falta de agua, luego que en ese lugar se ubica el 70 por ciento del ganado que se produce en Tamaulipas.
Por ello ahí el requerimiento de agua es muy elevado, lo que preocupa es que existen zonas que se están secando y por ello está muriendo el ganado.
Pero la zona más critica es el municipio de Altamira, donde el año pasado se registró la muerte de 300 cabezas de ganado a consecuencia de la sequía.
Gonzalo Alemán Migliolo, Secretario de economía en Altamira y productor ganadero en ese municipio, alerta qué, esa región es de las más afectadas por la sequía, fenómeno que provoca la muerte de ganado por la falta del vital liquido.
“Sólo en el municipio de Altamira se secaron 470 presas y abrevaderos, que en su mayoría se vaciaron o aparecen a nivel crítico.
“Esto obedece a que desde hace más de un año no ha caído lluvia suficiente”.
La principal causa de muerte del ganado es que las represas tienen muy bajo nivel; cuando el animal se acerca a beber, queda atascado en el lodo y muere por deshidratación por no poder salir.
Urgen apoyos para ganaderos
Raúl García Vallejo, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos en la entidad, dijo que a consecuencia de la crítica sequía que afecta al campo tamaulipeco, urge que autoridades aterricen un programa emergente que mitigue los efectos de la sequía y con ello frenar la muerte de ganado.
Los productores campesinos aún cuando parece prematuro, ya empezaron a reportar la muerte de ganado, por falta de agua y alimento, sobre lo cual apenas se están levantando estadísticas.
“Debido a esa situación se iniciaron gestiones ante autoridades como SADER y la Secretaría de Desarrollo Rural, para que atiendan esta contingencia y se detenga el impacto en éste sector”, indicó.
Cada vaca contamina como un vehículo
Las vacas son una de las grandes amenazas para el medio ambiente, advierte la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un reporte sobre cambio climático y ganado, advierten que el rápido crecimiento de las cabezas de ganado es la causa de la deforestación y el final de la vida salvaje en zonas del planeta.
La agricultura animal es responsable por el 18 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Pero, el ganado y sus productos derivados generan en el mundo por año, al menos, 32,000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Esto representa al 51 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El ganado también produce el 65 por ciento de las emisiones de Óxido nitroso (gas hilarante o también gas de la risa, es incoloro con un olor dulce y ligeramente tóxico, con efecto anestésico y disociativo).
Ese contaminante podría ser 296 veces más destructivo que el CO2.
La Food and Agriculture Organization de Estados Unidos advierte que el metano que produce podría incrementarse un 60 por ciento para el 2030.
Las 1.5 mil millones de vacas y animales de granja emiten decenas de gases contaminantes, lo cual incluye al metano.
El metano es 25-100 veces más destructivo que el CO2 en un marco de tiempo de 20 años.
Dos tercios del amoniaco provienen de las vacas. Algunos expertos reseñan que, el promedio diario de metano que emiten las vacas a través de los eructos y flatulencias es de entre 100 y 500 litros. En este caso, sería tanto metano que la cantidad equivaldría a la contaminación que produce un auto en un día.