Hay por lo menos dos municipios donde la temperatura política ha aumentado de manera considerable. Uno de esos es Matamoros, donde por extraño que parezca, los priístas creen que pueden volver a la presidencia municipal, y lo más curioso, piensan que lo pueden hacer abanderando a personajes de oscuro pasado como Erik Silva, o de gris trayectoria como el ex diputado del nombre kilométrico: Anto Adán Marte Tláloc Tovar García.
Al primero los matamorenses le hacen el feo por su trayectoria salpicada de escándalos de corrupción, y al segundo porque nadie lo soporta. Sus malquerientes, que son muchos, lo consideran sangrón y petulante.
Por el PAN, dos compañeros de legislatura libran desde ahora una batalla por la candidatura: Héctor Escobar, ex Secretario de Educación convertido en vlogger y Gloria Bermea, esposa del actual secretario de Desarrollo Económico, Carlos García González.
Todo esto, mientras el alcalde Mario López piensa, -¿piensa?- en la posibilidad de competir por una diputación federal, aunque los que lo conocen dicen que el cariño que le ha tomado al presupuesto municipal lo llevarán a buscar un nuevo periodo. El tipo ha resultado de uñas largas y se ha despachado sin miserias.
El otro municipio con evidente agitación política es Victoria. La llegada de Mario Ramos fue vista como un claro mensaje de cara a la sucesión municipal, al mismo tiempo que Arturo Soto parece resignado a no competir una tercera ocasión por la alcaldía, y todo indica que el futuro de Pilar Gómez seguiría en el Congreso, donde aplica la experiencia que ganó como titular del Instituto de Investigaciones Parlamentarias.
En Morena siguen siendo muchos los tiradores. Hay quien apuesta por un segundo intento de Lalo Gattas, otros que le ven posibilidades a Ismael El “Rocket” Valdez, y quienes creen que Felipe Garza Narvaez sería una opción competitiva.
De los priístas, se sabe que la diputada Mariana Rodríguez Mier y Terán está recorriendo colonias y sosteniendo reuniones con la cúpula empresarial, con la evidente intención de conseguir la candidatura, algo que no se ve muy lejano si se analiza la anémica caballada con la que cuenta el PRI.
Tal vez Mariana no ha pensado aún en lo maltrecha que se encuentra aquí la otrora poderosa estructura priísta.