MÉXICO.- Tras la terrible tragedia de la pequeña Fátima, familiares de la menor y de los presuntos responsables revelaron a En Punto cómo era el entorno que rodeaba a la niña. Sus presuntos feminicidas, Mario y Giovana llegaron a vivir en su casa.
Giovana y Mario tienen 8 años como pareja y tres hijos pequeños.
De 29 años de edad, se conocieron en Santiago Tulyehualco, Xochimilco, de donde son originarios. apenas terminaron la secundaria.
A Mario lo conocen como “El Tortuga”. Trabajaba como mototaxista desde hace casi seis años en el sitio de mototaxis “San Isidro” En Xochimilco, cercano a su casa.
Era un compañero sin amigos; siempre él en su rollo. No era una persona que trabajara como nosotros que dependemos de este trabajo, venía un rato a lo bueno y ya se iba”, señaló un mototaxista.
Y agregó: “Estuvo trabajando un tiempo bien y creo que por enero le quitaron la placa porque no daba cuentas. Pues si se hacía de palabras con los mototaxistas o con los choferes”.
Giovana ocasionalmente vendía tamales.
“Trabajaba, ella se quedaba en casa, hay temporadas que trabajaba. Él rentaba de ese lado y yo de este lado. Lo primero que le diría es que lo amo y que yo lo voy apoyar mucho, pero que si es posible se pudiera entregar para hacer las cosas más fáciles”, dijo Cristina, madre de Mario.
Desde hace poco más de un año se establecieron en dos cuartos de la calle San Felipe 17, inmueble que anoche fue cateado. Los vecinos aseguran que era una pareja que discutía constantemente. Y que la mujer tenía un rasgo distintivo que permitió identificarla en el video de la Fiscalía.
“Siempre ella traía sus zapatos, la caracterizaba mucho sus zapatos blancos nunca se los quitaba para nada y ese suéter de colores todo el tiempo los traía, siempre andaba de falda o de vestido, pero siempre con esos zapatos y ese suéter”, apuntó una vecina de Giovana.
Vivieron en su casa
Según las investigaciones, la pareja vivió unos meses en la casa de la familia de Fátima, en la calle María Dolores Obregón en la colonia San Sebastián, Tláhuac, donde nunca pagaron la renta y decidieron irse.
“Era una conocida, yo la conocí en casa de un señor que se llama Álvaro”, reveló María Magdalena Antón, madre de Fátima.
-¿Ella vivió contigo?
“Ella vivió aquí en la casa. A su esposo yo no lo conocía y no sé por qué tomaría represalias en contra de mi hija”, agregó.
María Magdalena, madre de Fátima, se dedicaba a vender dulces en el crucero de Francisco Villa y avenida Xochimilco-Tulyehualco, actividad a la que, según los vecinos, muchas veces era acompañada por sus hijos.
“La niña vendía dulces. La última vez que la vi nos pidió dinero, nos pedía que un peso o si nos veía comer unos chicharrones ‘me regalas’ si llévatelo; sí le decía a la mamá que no descuidara mucho a la niña, porque la mamá siempre se pasaba y dejaba solos a los niños”, comentó Reina Isabel, vecina de Tulyehualco.
Magali Esquivel, amiga de la madre de Fátima recordó:
“Sí vendía sus dulces para sacar adelante a sus niños, pero siempre con sus niños al lado. Nunca los maltrató”.
En la zona los habitantes siguen conmocionados. Algunos acuden a la casa donde vivía Fátima a dejar veladoras.
La familia de Mario y Giovana se sumaron a las protestas que hubo en el pueblo por la muerte de la niña.
“Como abuela me duele mucho. de alguna manera lleva también mi sangre, si me preocupa muchísimo”, destacó petra, abuela de Mario.
Los mototaxistas utilizan sus vehículos para mostrar su descontento e hicieron esta advertencia.
“Sería compañero o no sería compañero, donde lo agarremos le damos en la madre y disculpe que hable así, le damos en su madre porque no estamos de acuerdo en lo que hizo, que sienta lo que sintió la bebé”, dijo Carlos Peredo, dirigente de mototaxis de San Sebastián, Tláhuac.