En serios aprietos metió el INEGI a varios alcaldes fronterizos de Tamaulipas. Como parte del inicio formal del censo 2020, los ediles debían recibir en sus casas a los empleados del Instituto para brindar su información, y claro, tomarse la foto de rigor.
El problema para algunos es que tuvieron que montar a toda velocidad el escenario en sus propiedades tamaulipecas, a las que pocas veces van, porque -como todos saben- pasan más tiempo en sus residencias texanas.
Dos ejemplos: Maki Ortiz y Mario López que gobiernan Reynosa y Matamoros, pero radican en lujosos fraccionamientos del Valle de Texas. Ayer posaron muy contentos para la foto y reportaron hasta las mascotas gringas que tienen.
Por cierto, desde hace un par de semanas la frontera se ha convertido en un auténtico campo de batalla para quienes disputan una candidatura en la elección del año entrante.
Sobresalen una buena cantidad de diputados -locales y federales- que se sienten con posibilidades de competir por una alcaldía.
Entre los morenistas por ejemplo, el diputado Rigoberto Ramos, famoso por sus arranques misóginos, se apunta como posible candidato a la alcaldía de Reynosa. Pero desde San Lázaro, Armando Zertuche también levanta la mano y asegura que cuenta con más méritos que el empresario.
También de Morena, Carmen Lilia Canturosas aspira a la alcaldía de Nuevo Laredo más con el peso de su apellido que con méritos propios.
Por otro lado, está más que claro que Francisco Javier Garza de Coss está haciendo lo posible por ser el candidato panista en esa ciudad.
Entre los panistas hay una competencia abierta entre Héctor Escobar y Gloria Iveth Bermea, por la candidatura a la alcaldía de Matamoros. Por el momento, libran una fragorosa batalla por ver quién trae más estudiantes e invitados a dar recorridos por la sede del Congreso.
Y todavía faltan siete meses para que inicie el proceso electoral…