“Dicho sea que los mentados aparatitos fueron instalados en la época de Felipe Calderón y a petición expresa de los propios panistas, que desde su sede parlamentaria deseaban seguir el desarrollo de las sesiones”
A ciento noventa y nueve años de lograda la independencia con el famoso abrazo de Acatempan entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, y tras el triunfo revolucionario y huida de Porfirio Díaz en 1911. Hasta ahora digo, se hace realidad la justicia social implementada como fundamento teórico de las diversas cartas magnas, pero incumplida por diversas razones, entre ellas la corrupción.
De verdad os digo, que los gobernantes del siglo XX y lo que va del XX1, no pudieron concretar lo que ahora es sueño cumplido para las mayorías mexicas.
Hubo esfuerzos, como en la época de mi general Lázaro Cárdenas quien no alcanzó a lograr mayores objetivos de beneficio colectivo, en gran medida presionado por circunstancias políticas (no olvidéis el pleito con Plutarco Elías Calles y el dictadorzuelo obrerista Luis N. Morones, y algunos otros apropiados del botín revolucionario). Y por supuesto de las empresas petroleras que no se resignaban a quedar marginadas del saqueo extranjero.
Don Lázaro inició la reforma agraria, pero más tarde el campo quedó en garras de la oligarquía priista que finalmente privatizó el ejido, en beneficio de terratenientes y fraccionadores. Eso lo debemos a Carlos Salinas de Gortari y al grupo de neoliberales que pusieron en subasta al país, al tiempo que institucionalizaron la dependencia alimentaria del exterior.
A esto agreguemos la inmoralidad en la función pública que propició el desastre que padecemos.
Las consecuencias de esta traición están a la vista del portador.
De manera que hasta el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, es que los mexicas pasan a ser prioritarios en lo personal y colectivo.
En efecto, el martes anterior la mayoría de los dipus federales tuvo a bien aprobar los programas con indudable sentido social, implementados por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Es decir, que librado el formalismo obligado, pronto, muy pronto, han de convertirse a rango constitucional para que en el futuro nada ni nadie, se atreva a desaparecer lo que siempre debió ser mandato supremo de la administración pública.
Sea que por ley el sistema de salud será gratuito para todos aquellos que no estén amparados por ninguna otra institución, como IMSS, ISSSTE, etc.
También se incorporarán a la Carta Magna las becas en todas sus modalidades, para niños y jóvenes, así como el apoyo a las personas de la tercera edad, discapacitados e indígenas, (incluidos los afro mexicanos, doblemente marginados, por el neoliberalismo).
Se cumplirá así una de las promesas más reiteradas por AMLO, y por la que el régimen de la Cuarta Transformación está reconocido como solidario y profundamente humanista.
La votación de los dipus, relacionada con la iniciativa presidencial en cuestión, fue de 385 a favor, 18 abstenciones y 40 en contra. Estos últimos, ¿de quiénes cree?. Pues nada menos que de los panistas que con esta actitud reiteran la discriminación social que siempre ha caracterizado al partido azul.
Solo el PAN rechaza la justicia social. No podría ser de otra manera cuando la historia lo condena con variadas y múltiples evidencias de su deslealtad a México.
Y ni modo que sea invento.
Los panistas siguen pensando igual que en los tiempos de los fallidos imperios de Iturbide y Maximiliano, así como en los de Santa Anna, su “Alteza serenísima”, y desde luego, conservan a don Porfirio como santo de su devoción.
Pero bueno, lo más importante es que la mayoría mexica empieza a cobrar facturas pendientes. Y claro, faltan muchas, pero esperamos que el supremo gobierno escuche el clamor, respecto de que los culpables de la corrupción e inmoralidad política sean llevados a juicio.
Y cuanto antes, mejor.
Y mire lo que son las cosas. Resulta que legisladores del mismo partido, en lugar de ocuparse de los asuntos de mayor interés de la nación, (para lo cual fueron electos), hacen un escándalo mediático por presunto “espionaje” que en primer lugar, jamás existió porque los micrófonos encontrados nunca funcionaron.
Dicho sea que los mentados aparatitos fueron instalados en la época de Felipe Calderón y a petición expresa de los propios panistas, que desde su sede parlamentaria deseaban seguir el desarrollo de las sesiones.
El PAN entonces era gobierno y fue José González Morfín, el panista responsable de que tal petición se cumpliera, él coordinó esta acción pues, probablemente alentado por el gran sistema en la materia, operado desde la secretaría de Seguridad, en manos entonces, de Genaro García Luna…finísima persona.
El ex legislador niega su participación, sin embargo investigaciones resultantes del escándalo, dicen lo contrario.
¿Quién espiaba a quién en el gobierno de FCH?.
Total que a los panistas les salió el tiro por la culata. Mayor ridículo no pudieron hacer cuando esperaban sacar provecho, culpando a AMLO y MORENA del “espionaje”, solo existente en sus obnubiladas mentes.
CORONAVIRUS, PROHIBIR ESPECTÁCULOS
Mientras tanto la república está ocupada y preocupada por el coronavirus y aunque hasta ahora no existen mayores medidas de prevención, el supremo gobierno acepta que en unas dos semanas los casos han de multiplicarse.
Los mexicas resistirán, es una raza fuerte, pero no hay que tentar al demonio.
Se entiende que los intereses empresariales son muchos y la economía no está en las mejores condiciones, pero por la salud pública bien vale la pena actuar cuanto antes.
¿Qué tal prohibiendo eventos masivos como el fútbol?. Claro que no les conviene a quienes controlan este enajenante y gran negocio, y menos a las empresas cerveceras, sin embargo por algo hay que empezar.
En Tamaulipas la confianza parece excesiva. Ya tenemos casos en Nuevo León y Coahuila, en tanto pareciera que a las autoridades de Salud todavía “no les cae el veinte”.
Y, hablando del tema. La paisanada aún no tiene información real sobre la forma y manera en que funcionará el sistema sanitario. Nada más se dice que será “coordinado”, aunque resaltando más la actitud política respecto de la no incorporación al INSABI.
Es necesario aclararlo debido a la categoría de gratuidad que adquiere con la reforma constitucional. En este sentido la paisanada no puede depender de circunstancias ajenas a la salud pública.
Recordéis que no contarán con recursos extras para equipamiento y mantenimiento de hospitales, aquellos estados no afiliados al INSABI. Y eso de alguna manera limita la obligación de mantener saludable a la población, sobre todo a la más hodida…ahí donde los votos suelen ser definitivos.
En este caso, los tamaulipecos no merecemos ser de segunda clase…digo yo.
SUCEDE QUE
En cuanto al posible cierre de la frontera con EU debido a la multicitada pandemia, la raza opina que excelente sería, siempre y cuando queden del otro lado, los políticos y funcionarios que por cantidad industrial habitan por aquellos andurriales, dejarlos por allá, dicen, “pa’ evitar males mayores”.
¡Ah, raza!.
Y hasta la próxima.