CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-Conseguir chamba se ha vuelto un batallar diario para miles y miles de personas en esta capital. Continuamente se sabe de empresas que cierran, fábricas que recortan personal y negocios que bajan sus cortinas.
Muchas de esas personas desocupadas deciden auto emplearse y arriesgarse por su cuenta, sin seguridad social o sin el renombre de un establecimiento o almacén que los avale.
En la ciudad existen desde hace décadas ciertas ‘bases’ en las cuales se reúnen albañiles, electricistas, plomeros, y peones con la esperanza de ser contratados en alguna obra o para llevar a cabo alguna reparación domiciliaria.
Sin embargo estos ‘paraderos’ de maistros cada vez lucen mas solitarios. Esto no significa que haya menos necesidad de empleo, sino todo lo contrario, solo que la revolución de las redes sociales ya alcanzó a este sector.
Un ejemplo de esto es Don Pablo, quien trabajó durante muchos años para una empresa distribuidora de cerveza y que un dia sin decir ‘agua va’ fue liquidado.
Fue entonces que Don Pablo se acercó a estas bases obreras para ‘pescar’ alguna chambita. Mas de quince años estuvo al ‘’pie del cañón’ acercándose a ofrecer sus servicios a carros y camionetas que se aproximaban en su afán de contratar al ‘maistro’ ideal. Pero eso ya cambió.
Actualmente Don Pablo tiene su oficina de contratación… en su teléfono inteligente.
Desde muy temprano el técnico en aire acondicionado y refrigeración despierta y se ‘echa un cafecito con pan’ mientras se avienta un clavado en los grupos de ventas y empleos de Facebook. Ahí continuamente aparecen avisos de personas que buscan quien repare desde una lavadora, un refrigerador o calentador de agua, hasta una alberca o un sistema central de aire acondicionado. Esto le ha funcionado al hombre que a sus 59 años tuvo que adaptarse a los nuevos mercados de potenciales clientes.
“Yo antes traía un celular de esos ‘cacahuatitos’ pero luego me di cuenta de que el que no trae el ‘face’ en el teléfono es como si no existiera” comenta el hombre mientras ayudado de su nieto mayor bajan un refrigerador de su vieja camioneta Dodge.
Un caso similar es el de Freddy. A sus treinta y tantos años, se ha vuelto todo un especialista en mecánica y electrónica automotriz. De igual forma, José Alfredo se dedicaba a dar mantenimiento a los vehículos de cierta empresa, pero llegó un momento en que ya no requirieron de sus servicios.
Lejos de sentirse abatido, intentó poner un tallercito, pero las ‘ratotas de dos patas’ lo visitaron cierta noche y le robaron gran parte de su herramienta. Un dia, alguien que lo conoce, lo etiquetó en un aviso que solicitaba urgentemente una reparación a domicilio. Fue entonces que descubrió la enorme utilidad de las redes sociales. Desde esa vez Freddy empezó a publicitarse a través de una página para llegar a más y más potenciales clientes. El no solo acude a la solicitud de quien lo necesite: se ha aplicado a estudiar de manera autodidacta cientos de circuitos electrónicos de diferentes autos y camionetas. Con el fruto de su trabajo también compró un escáner para ser mas certero al diagnosticar fallas en cada vehículo. Eso si, tiene que estar muy al pendiente de cada notificación y etiqueta en la que es mencionado.
Esta disposición de hacer la chamba a domicilio, e incluso atender casos de urgencia por la madrugada y en carretera con equipo moderno y conocimientos actualizados le ha hecho progresar y ser altamente recomendado en las redes por todos sus clientes.
‘El Cachetes’ es otro trabajador que ha ideado una buena manera de ganarse el pan de cada día: dentro de su vieja van Venture carga con una vulcanizadora ambulante. Aunque a ‘Cachetes’ no le gusta mucho platicar le confiesa al Caminante que de esta forma tiene mas chamba que cuando era un simple empleado “ahora soy mi propio patrón y eso es un pinche gusto que pocos podemos tener” dice mientras revisa su whatsapp que ya tiene atiborrado de mensajes.
Asi como ellos, muchos maestros mas se han mudado de la esquina de algún bulevar al ciberespacio del Face para conseguir para ‘la papa’ dia tras día. Un reconocimiento a todos los mexicanos que no se rajan. Demasiada pata de perro por esta semana.