CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-Con 15 años, tiene una meta firme de llegar a ser tenista profesional. Sueña con llegar a los grandes escenarios como Roland Garros, US Open, Australia Open, entre otros, por ello trabaja y con 15 años, ha sacrificado tiempo familiar, con amigos, por entrenar y divertirse sí, pero en terreno de juego; ella es Julia Fernanda González Romero.
Tiene apenas tres lustros de edad, pero ya tiene la madurez mental y deportiva de alguien mayor. Representa a Tamaulipas y Nuevo Laredo, es de las mejores tenistas de todo México, y aunque sabe que el camino para llegar a cumplir sus sueños es muy largo y complicado, ella no se va a rendir hasta conseguirlo.
Julia, ha pasado por cosas complicadas en su vida personal; la orillaron a dejar la raqueta por unos meses, pero en ese momento se dio cuenta que el tenis y ella, estaban hechos el uno para el otro; regresó más fuerte que nunca y ahora, brilla con luz propia.
Su inicio fue algo curioso. Ningún familiar practicó el Tenis; pero por obra de casualidad en la ciudad de Tampico, González Romero junto a su padre, vieron a lo lejos a unos niños entrenar, y desde en esa ocasión, Julia comprobó el amor a primera vista en el deporte.
“Pues fue una forma muy rara. Nunca lo había visto ni por la tele, yo de chiquita me enfocaba mucho en que quería ser algo de natación, pero me ganó el tenis”, contó en entrevista para Oé! Expreso.
Comenzó una carrera de éxito
Desde que empezó a entrenar, Julia se dio cuenta que tenía una pegada potente y talento para desarrollar este deporte y fue entonces, cuando tomó todo más en serio.
“Mi primer torneo fue un asistido, perdí en semifinales, fue en Tampico. Ahí me di cuenta de que sí me gustaba todo esto y junto a mi papá decidimos que si íbamos a hacer esto, habría que hacerlo bien y enfocarnos en llegar lejos, ser de alto rendimiento, reglas, dietas, entrenamientos y empecé a ganar torneos en los que participaba”, mencionó.
A los ocho años exactamente, inició. A los 9, ya estaba en Monterrey para disputar un torneo Nacional. “Mi primer salida por tenis fue a Monterrey, era un Nacional y tenía 9 años. Llegué a cuartos de final, y fue muy bueno porque fue mi primer torneo, yo era una desconocida como quien dice, yo no tenía ni ranking, pero pude competir bien”, detalló.
A raíz de eso, asistió a diversos torneos nacionales, e incluso internacionales que se desarrollaron en el país. Ganó muchos trofeos, “no sé cuantos tengo en casa”, dijo entre risas.
Pausa en el tenis
Pero no todo ha sido color de rosa para Julia; la tamaulipeca dejó el tenis por un momento por increíble que parezca. ¿La razón?, el divorcio de sus padres, algo que a ella le pegó mucho, pues en plena niñez, casi adolescencia, tuvo que vivir ese duro revés que en ocasiones da la vida.
“Sí estuve cerca de dejar el tenis, por el divorcio de mis papás, la verdad sí me pegó y dejé de jugar casi un año, no hacía nada. Me sentía muy mal y no creía que iba a jugar más, como dije, me pegó mucho”, señaló.
“Pero hubo un amigo que se llamaba Brayan Cárdenas que vino a un internacional me habló para que peloteáramos -practica-, y yo le dije que ya no jugaba. Le expliqué lo que había pasado, él me insistió mucho de que ‘cómo vas a desperdiciar tu talento y todo por lo de tus papás’, hablamos y me hizo llorar, pero acepté regresar, y desde que regresé, me sorprendió que parecía que no había dejado de jugar, tenía el toque y todo, me di cuenta que esto era para mí”, expresó.
Esto le ayudó a ser más madura tanto en el tema personal, como en el deportivo, y a la larga le ha ayudado a tener buenos resultados.
“Yo siempre he dicho que un verdadero jugador profesional puede separar los problemas que tienen en casa a lo que tienen en la cancha, eso es madurez, sí me costó mucho la verdad, pero ya después asimilé todo lo que he vivido, y pues he tratado de tomar las cosas tranquilamente y disfrutar, no frustrarme con el tenis, sino disfrutarlo”, señaló.
Año dorado
Pero varios meses más tarde después de su regreso, en el 2019, Julia confirmó que era de las mejores tenistas de su categoría; en la Olimpiada Nacional, el torneo más importante de todos a nivel nacional, logró la medalla de oro de manera sorpresiva.
Julia llegó como una de las favoritas, pero no la máxima, ya que la seleccionada de Jalisco, Karen Verduzco era la máxima aspirante a la presea de oro, incluso la tamaulipeca se subestimaba, “me conformaba con la medalla de plata, a ella nunca le había ganado”.
Y es que entre ellas, siempre hubo rivalidad, ya que desde los 8 años, se enfrentaban en torneos y siempre salía victoriosa la jalisciense.
“Yo nunca le había ganado a la niña con la que jugué. Yo en un momento del día de esa final, llegué a frustrarme porque eran varias veces que no ganaba a esa jugadora, pero el entrenador no sé como le hizo que me tranquilizó, yo estaba conformada con una medalla -plata-, ‘hoy es un nuevo día para que tu le ganes’, me dijo, pero yo entré vencida”, contó.
“Entré y el primer set lo gané 6-0, el segundo ya fue más reñido con un 6-4, fue un partido muy bonito, aprendí mucho. Me acuerdo que cuando terminó el juego, sentí como que me quitaba algo de encima, sentía que ya me había liberado una presión, tenía la espina de que nunca le ganaba y ahora me tocó a mi ganarle y quedarme con la medalla de oro”, mencionó.
Roce internacional
Tras esa medalla de oro, lejos de relajarse, Julia junto a sus entrenadores y papá, han decidido jugar siempre ante jugadoras mayores y han asistido a torneos nacionales e internacionales en los que ha tenido un fogueo considerable.
Recientemente ganó un torneo en Veracruz, además asistió a un torneo en Miami, Florida en el que participan las mejores tenistas de todo el mundo.
“Fue una experiencia divertida, haces amigos de todo el mundo y lo mejor es que compites. En la cancha, creo que no fue el mejor resultado, pero yo jugué muy bien, di todo y hasta me dijeron los de una Universidad que querían hablar conmigo, me dijeron que siguiera igual porque hay mucha posibilidad de que me inviten. Es padre vivir todas esas experiencias, a veces siento que si no jugara tenis, no sé que haría”, detalló.
Sueña en llegar lejos
La tamaulipeca, con 15 años aún sueña con ser jugadora profesional, tal y como sus ídolas, Caroline Wozniacki y Nahomi Osaka, espera lograr algo importante en los próximos años, “mi meta de ahorita es meterme a 200 de mundo en ITF Junior y en dos años meterme a clasificación del Australia Open”, comentó.
Además recordó el caso de Coco Gauff, tenista estadounidense que debutó en los grandes circuitos hace meses con apenas 15 años y ha sido una sensación, “me acuerdo que me encontré a ella en una cancha de Mérida, peloteamos pero no sabía quien era. Cuando la vi en el US Open, me di cuenta que era ella, fue algo bonito, y me motiva a seguir adelante, a saber qué yo también puedo llegar a esos lugares tarde o temprano”, declaró.
“La verdad me veo en cinco años siendo feliz con lo que hago y disfrutar lo que en ese momento haga, pero si me preguntas del tenis, me veo en Roland Garros, tal vez en cuartos de final y compitiendo ante los grandes”.
Julia espera cumplir sus objetivos, pues todo lo que ha vivido y tenido que sacrificar no debe ser en vano, “me he perdido fiestas, cumpleaños de amigos, familia, cuando falleció mi bisabuelo no pude estar ahí, pero todo vale la pena y sé que más adelante tendré una recompensa muy grande”.
Por último, agradeció a su padre, su compañero de viajes y aventuras en este deporte del tenis, “siempre le estaré agradecida por todo el apoyo”.
‘Han sido los mejores años de mi vida’: Julio
Para Julio González, padre de Julia, estos años que ha estado con ella como papá y como deportista, han sido los mejores de su vida.
“Me da gusto venir como papá a ver a Julia en competencias, pero después ya te cae el veinte, de que estar con un atleta de alto rendimiento y hemos logrado tener un química como acompañantes de viaje y papá y hasta de entrenador, son sin duda los mejores años de mi vida. El mejor triunfo que puedo ver en Julia es poder mirar como venció el miedo al estar parada en la cancha y poder ver que desarrolle lo que ella siempre quiso”, dijo.
Mencionó que a pesar de la etapa complicada que vivieron, supieron salir adelante, “si fue un poco complicado, el momento de la niñez, de ver como una niña que se fractura, sí se resintió mucho, dejó de jugar pero con mucho trabajo y apoyo profesional y el deseo de que Julia no como atleta, sino como niña no cayera en una tristeza”.
Finalmente, dijo que sueña con verla cumplir sus sueños, y por ello, él nunca dejará de apoyarla, “yo creo que si seguimos con ese paso, muy probablemente esté jugando profesional, yo me la imagino siempre en los grandes escenarios, pero cada cosa en su tiempo, siempre contará con mi apoyo y Dios quiera que se den las cosas con el trabajo de los entrenadores a los cuales agradecemos, así como al Instituto del Deporte de Tamaulipas y Nuevo Laredo”.
REACCIÓN
“Mi primer salida por tenis fue a Monterrey, era un Nacional y tenía 9 años. Llegué a cuartos de final, y fue muy bueno porque fue mi primer torneo, yo era una desconocida como quien dice, yo no tenía ni ranking, pero pude competir bien”
“Yo nunca le había ganado a la niña con la que jugué. Yo en un momento del día de esa final, llegué a frustrarme porque eran varias veces que no ganaba a esa jugadora, pero el entrenador no sé como le hizo que me tranquilizó, yo estaba conformada con una medalla -plata-, ‘hoy es un nuevo día para que tu le ganes’, me dijo, pero yo entré vencida”
“Fue una experiencia divertida, haces amigos de todo el mundo y lo mejor es que compites. En la cancha, creo que no fue el mejor resultado, pero yo jugué muy bien, di todo y hasta me dijeron los de una Universidad que querían hablar conmigo, me dijeron que siguiera igual porque hay mucha posibilidad de que me inviten. Es padre vivir todas esas experiencias, a veces siento que si no jugara tenis, no sé que haría”
JULIA GONZÁLEZ
TENISTA TAMAULIPECA