Tal vez México sea el único lugar donde la crisis sanitaria es aprovechada para ejercer canibalismo político-empresarial contra el supremo gobierno. (“zopiloteo”, lo llama AMLO).
En el resto del mundo la solidaridad para combatir el mal es generalizada, sin importar color partidista o tendencias económicas, sin embargo acá sucede lo contrario.
Los llamados a la unidad y colaboración hacia los dueños del capital y los grupos conservadores, han resultado infructuosos.
Por el contrario, utilizan las circunstancias para atacar y golpear con redoblada perversidad a las autoridades, como si éstas fueran responsables de las difíciles condiciones que vivimos, y no resultado de la tragedia mundial que propicia el derrumbe del neoliberalismo.
La derecha reaccionaria en nuestro país, muestra su verdadero rostro insensible, inhumano, discriminatorio y lejano al interés nacional.
Le importa más vengar la derrota sufrida en la última elección presidencial, que practicar la fraternidad a que obligan situaciones como la presente.
Los neo porfiristas exigen, ya sabemos, condonación de impuestos, suspensión de pagos de servicios públicos, pero más que eso, “el rescate” de sus empresas mediante la entrega de recursos públicos, tal cual sucedía en el pasado inmediato.
No les preocupa que la deuda nacional se incremente de los niveles impagables en que la dejaron priistas y panistas durante su paso por el gobierno.
Les vale progenitora que los mexicas vayamos cargando con el Fopaproa, por ejemplo, porque son insaciables, “no tienen llenadera”, lo cual significa que el saqueo y la depredación les ha sido insuficiente.
Van por el resto de la república, convertidos en maligna peste cuyo objetivo es destruir lo que queda en pié, obteniendo de paso las ganancias y ventajas correspondientes a su enfermiza ambición.
Si AMLO supuso contar con los empresarios, se equivocó.
Desde luego existen honrosas excepciones, pero la mayoría están contra todo lo que huela a transformación, así se trate de los proyectos mejor elaborados de beneficio colectivo, porque combaten precisamente la justicia social.
He aquí su rasgo racista y discriminatorio.
Por ello no extraña que en algunos estados las organizaciones en cuestión, declaren en paro el pago de impuestos.
Según ellos, no contribuirán más al gasto público, como si en verdad México dependiera de actitudes que solo reflejan profundo odio y rencor contra las mayorías nacionales.
Tiene razón Gerardo Fernández Noroña al calificarlos de “golpistas”, considerando el papel jugado en otras partes, sobre todo en Latinoamérica, donde sin escrúpulos se han prestado al juego criminal del capitalismo internacional.
Son capaces de entregar el país como lo hicieron sus antecesores, en los tiempos de la Independencia, Reforma y Revolución. ¿A quién pertenecían los recursos naturales, sino a los extranjeros?.
Y ni modo de ignorar que en múltiples ocasiones el poder político estuvo a disposición del imperialismo autor de invasiones y masacres.
Quienes se dejan llevar por la propaganda fascistoide de los empresarios y sus aliados en medios de comunicación, ignoran que México ha sostenido una lucha histórica e incesante por su dignidad.
Que ha sido demasiado el sacrificio como para quedar en manos, precisamente de los enemigos más rabiosos de la patria. No entienden que el retorno al neoliberalismo (toco madera), significaría la destrucción total de la república.
Poco les faltó para sepultar a México durante los 36 años donde enseñoreó la corrupción y el saqueo, como para revivir la inmoralidad pública.
Está claro que los grupos empresariales y sus cómplices, pretenden la caída del gobierno de la Transformación. No les conviene que AMLO permanezca en el poder.
De ahí el sabotaje permanente a cualquier iniciativa o proyecto de mejoramiento colectivo. Lo hacen de diversas formas. Bien utilizando las redes sociales, inventando mentiras que multiplicadas en todo el territorio, provocan inquietud, miedo y dudas.
De igual forma, como sabéis, cuentan con amplia nómina de “analistas” que también cobran la parte del rencor creado a raíz de la cancelación de privilegios y jugosos contratos oficiales, traducidos en fabulosas cantidades de dinero contante y sonante.
Ellos, “los expertos”, y publicaciones respectivas, no perdonan que AMLO ejerza su derecho de réplica y los exhiba como son, es decir, “mensajeros del caos” que perdieron su paraíso debido a la contundencia de la fuerza popular.
RIESGOSA REBELIÓN
Los neo porfiristas están quemando sus últimos cartuchos. Saben que el escenario de crisis sanitaria les beneficia, culpando a López Obrador hasta de ser causante de la pandemia.
Sin embargo para desgracia de los conservadores, el supremo gobierno ha respondido de manera eficaz, anticipándose a las consecuencias que pudiera arrojar el virus. Se adquieren los medicamentos necesarios, los equipos adecuados y miles de médicos y enfermeras ya están en la primera línea de combate.
La mejor prueba de que las medidas son acertadas, la otorga la propia Organización Mundial de Salud, al reconocer que las víctimas en nuestro país son mínimas considerando la cantidad de habitantes y el tiempo de evolución del mal en otros lugares.
Desde luego que vienen tiempos difíciles en todos los sentidos, pero hay confianza de que salgamos bien librados, porque en México hay liderazgo político y social.
Además de suficientes recursos materiales y humanos, pese al panorama pesimista y catastrofista criminalmente concebido por los traidores de la patria.
Usted dirá que ni a traidores llegan porque su única patria es el dinero…y pue-que esté en lo cierto. Y si creen que van “a doblar” a AMLO, es que no lo conocen, ni a él, ni a la mayoría que lo respalda.
En cuanto a la suspensión de pagos hacendarios, más vale que los empresarios consideren los riesgos, dado que se trata de una confrontación con el gobierno que puede ser de consecuencias no imaginadas.
Esta rebelión implica violentar el pacto federal, con alto perjuicio para las entidades estatales y municipales.
La república funciona mediante la colaboración de sus habitantes. Por ello la libertad empresarial no tiene límite, siempre y cuando se conduzca por caminos de legalidad. Y oponerse a contribuir con lo que corresponde, es como iniciar un largo proceso cuyo fin pareciera no ser otro que desligarse de la federación, ¿para ir a dónde?.
Quizá por su mentalidad extranjerizante, la clase empresarial suponga fácil agregarse, por ejemplo, a los Estados Unidos.
Es una locura, pero concebible para quienes actúan a contra flujo del interés nacional.
Y como la derecha se consideró dueña por siempre del país, también cree que el camino de separación será cómodo a sus intereses.
Olvidan la parte más importante, es decir, la opinión de las mayorías que seguramente estarán dispuestas a dar otra lección de dignidad a estos conservadores que bien se han servido de un México que odian.
¿Hasta dónde su calidad moral es confiable?. Será cosa de evaluar entre quienes han traicionado siempre y aquellos que aun en las peores condiciones, se han sacrificado al defender a su patria.
He dicho.
SUCEDE QUE
Oiga, está resultando cierto lo que dijo el alcalde de Zacatlán de las manzanas, respecto de que el coronavirus “solo les pega a los ricos, a la gente fina” y no a los naturales de este país “que ni las rabia les da”, (dicho sea sin deseos de ofender, pero sí respetando las expresiones originales del edil que tuvieran gran difusión en redes sociales).
Y es que por efectos de la pandemia, este fin de semana se supo del fallecimiento de Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, sea el más distinguido miembro del sector bancario.
Don Jaime fue hermano gemelo de Carlos, el titular de SCT durante el gobierno encabezado por Ernesto Zedillo. (Con Z plis, corrector).
Y hasta la próxima.