No es novedad, desde hace tiempo sabíamos que las cosas en el fútbol mexicano no estaban de la mejor manera.
Pero esta semana fue clave para darnos cuenta que en el país, el fútbol lejos de ser un deporte se convirtió en un negocio.
Lamentablemente cada vez sorprenden más, como los de pantalón largo destrozan las ilusiones de cientos de aficionados con decisiones corruptas, maquiavélicas y tontas. Hay quienes se burlan y critican que en el Ascenso MX no hay equipos de peso, sin dinero y sin estadio con capacidad grandes. Y dicen , “¡Está bien que desaparezca!”.
Yo crecí en el barrio, y jugaba muy a gusto en la calles, con dos piedras y un balón roto. Éramos 10 y formábamos equipos de 5 contra 5. Y nos divertíamos y había un coca de por medio que valía en ese entonces 8 pesos.
No se necesita de tener dinero o un lugar glorioso para disfrutar del fútbol, el fútbol es más que un simple negocio, es pasión, amor; une familia, amigos; hoy en día, da empleos, esos que terriblemente de la noche a la mañana van a quitar, a aplastar como si fuera poca cosa.
Si el ascenso y descenso desaparece, volverá al futbolista mediocre y ahí usted puede observar, porque últimamente en los mundiales nos va como nos va.
No entiendo como alguien puede votar a favor de desaparecer el ascenso, sin importar a sus aficiones, empleados y jugadores. Es que para ellos yo creo que vale más un millón de pesos, que la lágrima de alegría, de ver a un jugador que consiguió el ascenso de manera deportiva y no en la mesa.
Señores, esto es el fútbol mexicano y creo que es un golpe no solo para el ascenso, sino para TODOS los futbolistas de TODOS los equipos de TODAS las ligas del país.
Hoy a los aficionados les parece más divertido ver un liga virtual, que apoyar a los aficionados que les van a quitar el sueño de tener un ascenso de su equipo favorito.
Es una desgracia que por conveniencias y por respaldar a equipos que solo están “porque si” en la Liga MX, les quitan el sueño a otros equipos que pueden ascender y pueden lograr algo como lo que hizo León hace algunos años. Sin embargo, la realidad es que muchos equipos, incluido Correcaminos luchan a todo galope porque esto se de marcha atrás. Lamentablemente lo hecho ya está, difícilmente vaya haber marcha atrás, pero si lo consiguen, será algo heroico e histórico para el ascenso. El apoyo aquí está, pero eso no quita que el sistema de la Liga MX independiente haya marcha atrás o no, sea una verdadera tristeza. Ya nada más les falta que juegue con pajillas de billetes enredados en cinta, para que estén felices en la Primera División, ya no importa un balón, importa más un billete.