PUEBLO VIEJO.- La contingencia del coronavirus está generando un panorama económico muy complicado para muchas familias que dependen de la pesca, además el desempleo está acabando con el sustento en los hogares.
Ernesto Ruiz, pescador del sector Punta de Malagana, en la congregación Anáhuac, uno de los más pobres del municipio, dijo que desde hace dos meses a la fecha la situación se está complicando ya que no hay venta de ostión, los comerciantes ambulantes que se dedican a la venta de dulces o trolelotes o tamales tampoco logran vender sus productos y hay gente que se está desesperando.
Manifestó que en el sector hay mucho joven sin trabajo y temen que incurran en delitos como robos domiciliarios o asaltos, como está sucediendo en otros lugares del estado, o en el país en donde el hambre ya está de por medio y la gente está comenzando a delinquir.