Ningún perro es violento por naturaleza; sin embargo, razas como los Rottweiler o los rottweiler son considerados de esta forma por ser obedientes, fuertes y ser imponentes ante otras razas y los seres humanos.
Ambas razas provienen de Alemania y son populares en todo el mundo por sus cualidades físicas y son ligados a trabajos de vigilancia e inclusive de detención de agresores y delincuentes.
El comportamiento de ambos tipos de perros será más manso dependiendo de sus dueños; sin embargo, las características físicas de cada raza las hacen más hábiles para causar daños ante un ataque.
Cuerpo
Ambas razas tienen pelo corto, una piel gruesa y miden al menos 70 centímetros de altura durante su etapa adulta.
Estas especies tienen un cuerpo fuerte, robusto, tienen una amplia musculatura y son muy resistentes a la actividad física.
El dóberman tiene un cuerpo más esbelto, lo cual le permite reaccionar de manera más ágil durante cualquier combate, aunque su tipo de crianza lo lleva a enfrentar enfermedades como la displasia de cadera.
En climas fríos, la grasa del rottweiler lo hace más resistente a cualquier tipo de situaciones, aunque en un encuentro físico entre ambos tiende a perder ante un dóberman.
Temperamento
El rottweiler no atacará a menos de que esté entrenado para esto o si percibe en algún animal o persona algún acto en contra de su familia.
Mientras que el dóberman suele ser más dócil ante casi cualquier situación, pero reacciona de manera adversa ante los extraños si no se le permite socializar desde pequeño.
Los dos ejemplares deben de experimentar un ambiente familiar para evitar volverse agresivos, por lo que es recomendable que convivan con sus amos y, de ser posible, con otros perros desde cachorros.
En caso de la falta de ejercicio, estos animales suelen deprimirse o reaccionar de manera violenta ante algunos estímulos, por lo que los amos deben sacarlos a pasear o a trotar diariamente.