“Es un hombre excesivo en sus diálogos, a veces elocuente, otras tantas poco convincente, pero su léxico machista y misógino lo aleja de los conversatorios que tengan que ver con las féminas”
Por fin, después de aplazar un par de veces su visita, el Presidente viene a tierras tamaulipecas y lo hace en “combo”, como parte de una gira proselitista que lo ha llevado a ciudades de Coahuila, Durango, Nuevo León y hoy Tamaulipas. La agenda superficial destaca que pondrá en marcha obras federales en Matamoros, no hay más datos, porque tratan su programa de eventos con secrecía de Estado o quizás sea que les gusta más improvisar.
Desde que, de boca propia, López Obrador confirmó su presencia, iniciaron las apuestas sobre las novedades que traerá para la población norestense, pero viendo lo que ya ha dejado a su paso en tierras vecinas, se puede deducir que aquí dejará más de lo mismo. Con la salvedad que desde Tamaulipas se le han hecho fuertes reclamos por “la catástrofe” de salud pública que no ha podido contener la estrategia de López Gatell.
Los temas que colocará en la prensa, serán los de cada mañana, en versiones más extendidas, de nuevo abundará en la rifa del avión, en el caso Lozoya, en lo “requetebién” que nos va en medio de la pandemia, en el cadillo que trae en sus zapatos a consecuencia de los adversarios que le tunden a cada rato en “las benditas redes sociales”, quizá también ofrezca alguna novedad en cuanto al formato del próximo informe, cuestiones de forma, no de contenidos.
De lo que muy seguramente no hablará, porque no la hace ni es su zona de confort desde palacio nacional, es sobre mujeres.
Es un hombre excesivo en sus diálogos, a veces elocuente, otras tantas poco convincente, pero su léxico machista y misógino lo aleja de los conversatorios que tengan que ver con las féminas.
Con las cifras actualizadas sobre violencia hacia las mujeres en México, el Secretariado de Seguridad, confirmó que, de enero a julio, en medio de la pandemia por el Covid19, la otra pandemia, la del feminicidio aumento en un 3,5 por ciento respecto al año pasado, informó que, durante los primeros siete meses del 2020, se contabilizan dos mil 240 mujeres asesinadas, de los cuales 566 han sido catalogadas como feminicidios, esto representa un promedio de casi once feminicidios al día, y significa que cada hora y media asesinan a una mujer, por el hecho de ser mujer.
En tanto que los datos de la ONU Mujeres México, alertan sobre el aumento del 60 por ciento de las violencias hacia la mujer en el confinamiento en casa. Dos de cada tres mujeres, mayores de 15 años, confirman que han vivido violencia en cuarentena. Solo en el mes de junio se recibieron 106 mil 711 llamadas en el 911, relacionadas con violencia de género, “148 llamadas cada hora”, mientras que en los Refugios se incrementó hasta en un 60 por ciento la petición de ayuda y en un 30 por ciento la de asilo.
En el comunicado de esta semana, la ONU Mujeres México advierte que “La crisis sanitaria por Covid 19 está evidenciando desigualdades de género preexistente a la pandemia, en este caso, en el impacto en las mujeres, en sus necesidades específicas y en el acceso a servicios esenciales de salud, empleo, alimentación y a equipo sanitario.”
Ahora, como en otras emergencias de salud o desastres naturales, se pone a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de violencia. Muchas sufren precarización laboral, pérdida de empleo, carencias alimentarias y médicas, así como estrategias adecuadas para prevenir contagios.
Pero estos otros datos, no los trae el presidente a la mano, por tanto, ni hay alta expectativa de que deje buenas noticias en este apartado, sí ya sabemos cómo es.
Será una visita presidencial de trámite y muy llamativa, sólo por el contexto político.
POR Guadalupe Escobedo Conde