Si algo da fortaleza a la acción feminista en estos últimos años, es la sororidad de las colectivas que se unen a nivel global, así las mexicanas preparan su participación en el movimiento mundial del 28 de septiembre, otra marea verde que viene.
Es una acción global de exigencia al reconocimiento, respeto y seguridad para tener derecho a decidir sobre nuestro cuerpo.
Para el #28S la convocatoria invita a todas las mujeres a ponerse la verde, la pañoleta verde en el puño, a cambiar la foto de perfil en las redes sociales por un circulo verde y a contar las historias propias sobre experiencias de aborto.
Cada 28 de septiembre se conmemora el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y El Caribe, una acción que inicia desde 1987 en nuestro continente a iniciativa de redes feministas que luchan por los derechos reproductivos de la mujer, que se replica ya en todo el mundo, la motivación es visibilizar la mortalidad y morbilidad materna y las causas de enfermedad y muerte de las mujeres.
Hace un par de años, desde Argentina, la Marea Verde comenzó a recorrer el mundo, esto dio fuerza a muchas organizaciones sociales que ya estaban encaminando sus esfuerzos al reclamo de las mujeres a decidir sobre sí mismas.
El año pasado se formaliza en México la agrupación que reúne a otras ONG’s con la misma visión, unidas comienzan a fomentar el uso del pañuelo verde como insignia de esta lucha feminista, se incrementan los foros de debate, los diálogos que llaman a la reflexión y las marchas en distintas ciudades del país.
Durante esta semana, los conversatorios virtuales de las mujeres activistas versan sobre la necesidad de normar el aborto en todo el país, para que sea una práctica segura, legal y sin costo. En el mundo cada año mueren 47 mil mujeres por métodos inseguros y en el oscurantismo.
Aquí y en China y cualquier parte del mundo, si una mujer decide abortar lo va a conseguir, no importa su condición civil, ideológica, social o religiosa.
Lo que sí importa es, en qué condiciones lo hace, quien tenga dinero para hacerlo buscará una clínica o viajará a la CDMX, quien no tenga posibilidad económica, recurrirá a remedios caseros o consultorios clandestinos y ahí pone en riesgo su vida.
Rumbo al 28 de septiembre, Lucía Lagunes, periodista, activista y defensora de los derechos humanos de las mujeres nos recuerda que la misma historia registra, en distintas eras y regiones la práctica abortiva, “es parte de la historia de la humanidad, de las mujeres en particular, en todas las culturas está registrada la práctica del aborto con brebajes y técnicas peligrosas, pero antes se veía normal, no había prejuicios.”
Con estudios de género en la mano, que sustentan las demandas actuales de las mujeres, se ha demostrado que cuanto más se tiranice a la mujer por interrumpir su embarazo, más muertas habrá. Pero vale recordar que se llega a este doloroso paso como un último recurso y por circunstancias que sólo a la mujer atañen.
¿Por qué abortan las mujeres? Se pregunta y responde Lagunes Huerta: Porque necesitan hacerlo, porque no pueden o no quieren ser madres, porque el anticonceptivo falló, porque fueron violentadas, por la razón que sea.
Cuando toma la decisión nada la detiene, aunque en ello le vaya la vida.
Porque la maternidad no es un juego, ni un azar, es una decisión de vida y por ello habría que garantizarle las condiciones para que, si así lo decide, pueda interrumpir el embarazo de manera segura”.
Este próximo lunes, de nuevo, puntuales a la cita, llegarán las mujeres de todo el mundo a la manifestación global, en redes sociales y en las calles de muchas ciudades, reclamarán al sistema patriarcal el derecho a decidir sobre su propia vida. #YoAborté se hará tendencia.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE