La rueda de prensa era para promocionar la candidatura de Mario Delgado a la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero la diputada federal Olga Sosa, quien ni siquiera milita en el partido de la 4T, descarriló esa intención al molestarse visiblemente con las preguntas que le hicieron tres reporteros de la prensa local sobre el controvertido Paquete Económico 2021 de la Federación.
Como suele suceder con algunos políticos provincianos, la legisladora respondió con enojo, ofuscada, insensible, carente de tacto.
Sin control de sí misma, fue más allá: arremetió con sorna en contra de uno de los reporteros, Juan Raúl Martínez. Lo calificó como ‘vocero de una de las diputadas locales’ (panistas).
Con 16 años de laborar en los medios (inició su actividad periodística en ‘Debate’, de la familia Osante, y ahora chambea para un portal digital), Juan Raúl es un reportero que, efectivamente, complementa sus ingresos económicos redactando los boletines de la diputada local panista Rosa María González Azcárraga. Lo hace como cualquier obrero de la información: por necesidad, para salir adelante en la vida de un país del Tercer Mundo.
Cualquier político, como la legisladora federal Olga Sosa, dirá que el reportero vive un ‘conflicto de interés’. Lo que no sabe la ex priista es la realidad económica en la que vive la inmensa mayoría del gremio periodístico de provincia. Se vive, literal, al día.
Olga Sosa, quien cree conocer Tampico y se siente ‘raza’ nomás porque recorre unas cuantas calles unos cuantos días a la semana, nació entre ‘algodones’, con un abuelo que vivió la plenitud económica del ‘milagro mexicano’ y con familiares (tíos) inmensamente ricos.
Ella, Olga Patricia Sosa Ruiz, es una ‘niña fresa’. Es una ‘señora nice’. Ella es, como diría Andrés Manuel López Obrador, una ‘fifí’. Ella es conservadora (estudió en el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, plantel afín a ‘Los Legionarios de Cristo’). Ella es de derecha. Ella no tiene nada qué hacer en una rueda de prensa de Morena.
Ella intervino con rudeza ante una petición de Juan Raúl Martínez para preguntarle sobre el tema financiero a Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. El reportero ni siquiera quería cuestionar a la diputada federal del PES. Lo que recibió fue una cortante, filosa e innecesaria ironía, producto de quien disfruta y goza la plenitud del poder.
Textual, Olga Sosa expresó: ‘Claro, él es el presidente de la Comisión, déjeme terminar nada más con mi participación, con mucho gusto, yo sé que usted es vocero también de una de las diputadas locales, pero y me quiero contener, pero nada más termino… termino… termino… todos sabemos, que lo que está sucediendo hoy, todos sabemos que les gusta gastar, les gusta gastar en lo que sea, porque entre más gasto, pues más moches. Eso pasa aquí’.
Antes de la frase lanzada en contra de Juan Raúl, la diputada federal del PES se molestó con las preguntas hechas por los reporteros Cynthia Gallardo, de MVS, y Mario Prieto, de La Razón. Ellos hicieron lo que saben hacer: preguntar. Si no obtienen una respuesta clara y precisa, vuelven a preguntar. Eso es lo que hacen los periodistas.
Cuando Olga Sosa pidió a los reporteros comparar los gastos existentes entre el gobierno federal y el gobierno estatal, ya que ella sostiene que la Federación sí práctica la austeridad, mientras los estados no hacen lo mismo, Mario Prieto cuestionó directo:
– ¿Entonces sí va a haber un recorte de 4 mil millones de pesos o no va a haber?…
– ‘Discúlpeme, pero no sé si escuchó lo que dije al principio, que hay que ser responsables y conocer los números’, contestó molesta la diputada federal del Partido Encuentro Solidario.
– ¿Va a haber recorte o no va a haber?-, preguntó incisivo el reportero de La Razón.
– ‘Hay que ser responsables. Hay que conocer los números’, dijo la legisladora, para después, asestar, una vez más de manera innecesaria, una frase como lanza de ataque: ‘Veo que usted tampoco los conoce’.
– Pero está usted para contestar-, se mantuvo a pie firme el reportero.
– ‘Por supuesto que sí. Por supuesto que sí’, respondió bajando un poco el tono de voz la diputada federal.
Olga Patricia Sosa Ruiz cometió un grave error de apreciación: confundió a los reporteros con diputados locales de Acción Nacional. Es una equivocación lamentable. Para comenzar, ningún reportero local gana lo que un integrante del Congreso del Estado (del partido que sea) y menos, mucho menos, lo que percibe un diputado federal (que viajan en aviones comerciales gracias a los impuestos del pueblo).
Si la legisladora del PES quiere debatir y discutir con los diputados locales del PAN, pues que lo haga. Ojalá y lo hiciera por el bien de la democracia tamaulipeca. Un debate público, en un foro abierto. Por supuesto, con la presencia de los medios (aunque sea de manera digital por los tiempos de la pandemia).
Ese no fue el único error en que cayó la diputada federal durante la rueda de prensa ofrecida en el Hotel Posada de Tampico: comentó que ellos, los legisladores de Morena, del PT y del PES, formaban parte del gobierno federal. Tal cual.
‘No tengan pendiente por nosotros, nosotros sinceramente somos parte de un gobierno que está haciendo todo lo posible por sacar adelante a este país’, dijo Olga Sosa Ruiz.
Ella, que pidió a los diputados locales panistas ponerse a estudiar el Paquete Económico 2021, parece que no tiene idea del Poder al que realmente pertenece, el Legislativo. Una república como la mexicana está conformada por Tres Poderes, autónomos e independientes en teoría.
Ella no es empleada del Ejecutivo, ella no es subordinada del gobierno federal de la 4T. Ella fue electa por el voto del pueblo para llegar a la Cámara de Diputados, un Poder que, junto con el Judicial, debe ser un contrapeso al Ejecutivo. Por lo visto, Olga Sosa no entendió nada de los apuntes que tomaba de las frases expresadas por su ‘admirado’ Porfirio Muñoz Ledo (a quien ahora le da la espalda), cada vez que el experimentado e inteligente parlamentario subía a tribuna.
Por supuesto, todo lo que ahora reclama la diputada federal del PES (que los gobernadores no viajen en aviones privados, que ahorren, que no malgasten, que no contraigan deudas, etc.), jamás lo reclamó cuando era diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde ella levantó el dedo sin chistar para votar a favor de los préstamos solicitados por el gobierno de Egidio Torre Cantú (para los temas de seguridad) y la administración municipal de Gustavo Torres Salinas (para construir, por cierto, el hermoso Mercado Municipal ya inaugurado en este trienio).
Esa es la real Olga Sosa Ruiz. ‘La Frívola’, la ‘nice’, la ex priista, la egidista. La que llegó a la política de la mano del empresario Javier Gil Ortiz para trabajar con Oscar Pérez Inguanzo, la que no sabe lo que es vivir con un salario mínimo, la que ahora vive del presupuesto. La que se molesta, la que se ofusca, la que se enoja con los reporteros de la fuente, en vez de entrarle a un debate con los diputados locales del PAN (a ver si es capaz de sostener una confrontación de datos e ideas).
Y PARA CERRAR…
Por cierto, Edna Rivera, coordinadora del Grupo Parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aceptó y confirmó (en entrevista con el reportero Juan Raúl Martínez) que sería un honor para ella ser candidata de la 4T a la presidencia municipal de Tampico en la elección de 2021.
Edna, auténtica morenista, oriunda del mero Tancol, podría ser una viable carta para competir por la alcaldía en tierras jaibas. Ella no finge. Ella sí es Morena.
POR HÉCTOR GARCÉS