“Esta región es conocida por el alto consumo de cítricos …aquí la gente ¡come mucha carne! ¡exageradamente!, y con el tiempo las piezas dentales van resintiendo este tipo de dieta. Doctora Soto, Dentista
CD. VICTORIA.- Elpidio amaneció con un tremendo dolor de muelas. En cuanto lo vio su abuelita Chimina fue a la cocina por un clavo de olor y le pidió que lo mascara para aminorar el dolor.
– Anoche me tome un mejoral ‘buelita’, pero nomas no se me quita – le contó Pillo a la anciana.
Dando tremendos zapatazos llegó Severiano
– ¡Que rollo Pillo! ¿No que ibamos a echar a andar la S-10 hoy? – dijo Severiano
– Nombre rey, se me hace que iré a Victoria a sacarme una muela que mira, ya me duele hasta la oreja.
– Mta, no pues si te ha de doler bien feo porque ya traes bien hinchado el cachete – respondió Severiano limpiándose el sudor con un paliacate rojo – y ya sabes a ‘dondir’ pa’ que te saquen la muela esa?
– Pos, no se… ¿tú sabes? – preguntó Elpidio
– ¡Clarooo menso! mira, de la central te subes a un micro que te deje en “el diez bulevar” y ya que llegues al diez le caminas pa’ la derecha toda esa calle…
– ¿Y porque pa la izquierda no?
– Porque te caes al rio pendejo…
– ¡Ah no pos si!
– Bueno caminas por el diez y ahi hay chingos de consultorios de los dientes… de ahi le puedes dar hasta ‘la de Morelos’, ahi tambien hay dentistas pa que tengas de donde escoger – le describió orgulloso Severiano de tener tanto ‘conocimiento de mundo’
Elpidio caminó de la ranchería hasta la vieja carretera a Mante y esperó a que pasara el Transpaís que lo llevaría hasta la capital del estado.
Luego en la central tomó un microbús que lo llevó hasta el punto que le había dicho su vecino. Efectivamente, al bajar los escalones del colectivo pudo ver que desde esa esquina y hacia el norte había una gran cantidad de consultorios dentales ofreciendo sus servicios. Fue en ese punto donde se encontró al Caminante, a quien en breve charla le conteo de su dolencia. El vago reportero le confirmó que estaba en la ruta idónea para hallar un buen dentista.
Pillo suspiró aliviado y junto al Caminante continuaron la marcha
Ahora el detalle era elegir uno. Tan solo en unos cuantos pasos Pillo contó ocho establecimientos, y recordando las palabras de su amigo, siguieron caminando hasta la calle Morelos la cual exploraron desde el 9 hasta el 14 ida y vuelta. Como era aún temprano algunos consultorios aún no abrían sus puertas. Finalmente se decidió por uno que se veía limpio y cuya recepcionista le sonrió amablemente.
La dentista examinó al larguirucho muchacho y rápidamente identificó el problema: una muela superior del hemisferio derecho estaba completamente picada y debido al avance del problema ya era necesario extraerla. Fue una operacion de escasos quince minutos, tras lo cual y aun bajo anestesia local, Elpidio suspiró aliviado.
El muchacho reposó unos minutos mientras el Caminante y la dentista se pusieron a platicar.
El comentario de la profesionista fue contundente “curioso e el caso de los victorenses que a pesar de contar con una agresiva oferta en cuestión dental, son relativamente pocos quienes se preocupan por su salud bucal” platicaba la odontóloga.
“Esta región del país es conocida por el alto consumo de cítricos como limón, naranjas, toronjas etc… ademas de refrescos y demás golosinas, ademas de que aquí la gente ¡Come mucha carne! ¡Exageradamente!, y con el tiempo las piezas dentales van resintiendo este tipo de dieta. Hay personas que llegan solicitando una limpieza dental y es cuando se descubren varios problemas que necesitan ser atendidos” contó la profesionista.
¡Y vaya que hay dentistas en Victoria! hace algunas décadas llegaron unos cuantos a poner sus consultorios en el área del 9 Morelos y con el paso del tiempo se ‘tapizó’ esa calle (una docena en menos de 400 metros) y muchos mas hacia el sur justo en el ‘diez’ y otros cuantos recovecos de la zona centro.
Sin embargo es necesario ponerse muy ‘trucha’ a la hora de elegir uno de ellos pues existen algunos en los cuales hacen pésimos trabajos …y las piezas dentales no vuelven a brotar.
En esta ocasión a Elpidio le fue bien, pero la dentista le recomendó tomar cuidado de su boca pues notó trae picadas tres muelas mas y es necesario hacer algo al respecto.
El jornalero prometió volver la semana entrante para iniciar el tratamiento correspondiente y contento porque la próxima vez no naufragará en el mar de consultorios que se desbordan en la zona centro de Vicky Ranch.
POR: JORGE ZAMORA