No se trata de una recitación de composiciones literarias, o bien, de un evento integrado por varias obras ejecutadas por algún artista con instrumentos musicales. En esta ocasión nos referimos a otro tipo de concierto, el concierto de inconstitucionalidades.
Y es que alguna mente brillante hacia el interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, utilizó esta frase que ha cautivado a propios y extraños, la frase a la que me refiero dice: “un concierto de inconstitucionalidades” y fue redactada en el proyecto que propone el Ministro Luis María Aguilar para resolver la consulta popular sometida a su potestad.
Dicha consulta popular es la que planteó el ejecutivo federal con el fin de que el pueblo responda si está de acuerdo o no en que las autoridades competentes investiguen y en su caso sancionen los delitos cometidos por parte de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
El proyecto presentado por el ministro ponente, resurge el debate en torno al tema de la consulta, y aumenta la crítica hacia la Corte como tribunal independiente, dichas críticas, en su mayoría auspiciadas desde el cobarde anonimato de las redes sociales y bajo la clara ignorancia respecto al deber y función de un órgano judicial, es ese tipo de críticas irracionales y sin argumentos, las que polarizan una vez más a la sociedad.
La sociedad tiene que entender contundentemente lo dicho por el Magistrado de Circuito Carlos Soto Morales y por otros intelectuales de formación académica y jurisdiccional, que cuando se le pide a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que escuche al pueblo, debemos tener muy claro que la voz del pueblo está plasmada en la Constitución, y esa es la única voz que deben seguir los tribunales constitucionales.
Ni siquiera deben seguir la voz de un ejecutivo federal, a pesar de señalarle a la Corte que no se dejen intimidar ni presionar.
Ejecutivo Federal que, por cierto, en comparación con sus recientes antecesores, es quien ha puesto en el debate nacional los más absurdos temas jurídicos, desdorando con ello la figura presidencial y restándole seriedad a la silla.
Así que la frase que se origina en el proyecto de la consulta popular para enjuiciar a los expresidentes, amerita no ser exclusiva de ese tema; es decir, que surja y se agote con la posibilidad del juzgamiento de los últimos cinco presidentes sería una lástima,
PORQUE UN CONCIERTO DE INCONSTITUCIONALIDADES, ES SIN DUDA, UNA MARCA RECURRENTE EN EL QUEHACER DE NUESTRO PRESIDENTE.