Minimizando los reclamos de lo que ellos denominan “la cuarta ola del feminismo” en México, a punto de conmemorar los 67 años del voto de la mujer en nuestro país y tras recordar los 25 años de la Agenda de Beijing incumplida por las naciones, el periodista Jenaro Villamil y Nadine Gasman hablaron de un programa de acción de gobierno en favor de las mujeres que nadie ve por ninguna parte. Un informe mediático sólo acorde a los discursos del jefe de ambos.
Hicieron un recuento, por encimita, de los pendientes que más preocupan a las mexicanas, reconocen que el 80 por ciento de la población femenil no está segura ni en la calle, ni en su casa.
Que cada día 34 niñas se convierten en madres y que esta maternidad es consecuencia de una violación, que cerca de 10 mil embarazos de menores al año no se pueden interrumpir debido a la penalización de cada estado, afectando el desarrollo pleno de la menor, que queda más expuesta a la desigualdad social y económica.
Hablaron poco de la Okupa de la CNDH, nada de guarderías infantiles, ni de refugios civiles para las violentadas, ni del mes de sensibilización contra el Cáncer de mama, el que más muertes ocasiona en las mujeres de México (cada día mueren 18 mujeres por este mal y el 95 por ciento pudo salvarse si los hubieran detectado a tiempo y accedieran a un mejor sistema de salud).
Se trató, más bien una charla propagandística, donde a ojos del espectador, el gobierno federal y sus 70 dependencias están aplicando una policía transversal pro igualdad, coordinados desde la Segob por Olga Sánchez y el propio Inmujeres. Nada más alejado de la realidad, cuando se han desaparecido por decreto programas y acciones federales con enfoque de género.
Para la responsable nacional del organismo dedicado a velar por las mexicanas, las mujeres están impacientes por cómo están las cosas en el mundo, el reclamo se da por las más jóvenes, pero no todas son ruidosas, ni pintan paredes o monumentos, hay muchas otras propuestas y manifestaciones del feminismo, con las que aseguran están trabajando. No definió cuales.
Antes de pelarse en las redes sociales con la senadora Lily Téllez por defender la honra del Dr. López Gatell, el comunicador público, presentó la entrevista que para el canal 14 realizó a la presidenta del Inmujeres, a cuadro, ambos funcionarios de la 4T retratan su convencimiento de que van por buen camino, que no hay por qué correr prisa, que el presidente si quiere a las mexicanas y trabaja por ellas, aunque lo disimula muy bien, habría que agregar.
¿La cuarta transformación en México es feminista? Preguntó el periodista y la respuesta institucional fue: “definitivamente, la cuarta transformación es feminista o no será, porque es una transformación de la vida del país y esto, que es central, son estas relaciones entre las mujeres y los hombres y su diversidad es importantísimo, es parte de lo que hablamos y habla el presidente todos los días” Esa lealtad ciega que les ha pedido el presidente la cumplen a cabalidad cuando no ven más allá de la luz que entra a Palacio Nacional, de nada sirvieron los 32 foros que durante el primer año de gestión se movieron por todo el país para recopilar el sentimiento de cerca de cinco mil mujeres participantes, que plantearon problemas y propuestas, que urgieron políticas públicas de igualdad que aún no se reflejan en la vida de quienes tienen que salir a la calle a manifestarse violentamente, por la violencia institucional que reciben.
Al cuestionamiento sobre sí el presidente es o no feminista, Gasman optó por eludir la respuesta, pero ambos funcionarios coincidieron que la percepción pública anda mal, que son falsos los dichos que lo tachan de misógino y machista. Por esta demagogia, es que las colectivas feministas están furiosas y advierten que su enojo se reflejará en las urnas.