La candente guerra por la dirigencia nacional de Morena entró a la etapa de las denuncias lo que puede conducir al partido de la 4T a un punto de no retorno.
En el intercambio de golpes, el experimentado Porfirio Muñoz Ledo interpuso una denuncia penal en contra de Mario Delgado por el gasto excesivo realizado en su campaña en busca de la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional.
Ese gasto millonario se reflejó en la renta e instalación de un gran número de anuncios espectaculares que promueven la aspiración del diputado federal en varios estados del país, entre ellos Veracruz, Nuevo León… y Tamaulipas.
Aquí es donde aparece un nombre que conocemos perfectamente en el sur del Nuevo Santander: Erasmo González Robledo.
El legislador maderense, que ganó en la elección de 2018 el Séptimo Distrito, con cabecera en la urbe petrolera y que abarca Altamira, es involucrado en la denuncia penal interpuesta por Porfirio Muñoz Ledo ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.
En el Congreso de San Lázaro todos saben que Erasmo González Robledo mantiene una estrecha relación política con Mario Delgado.
Ese vínculo, cada vez más cercano y sólido, llevó a que Erasmo González Robledo fuera designado presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, una vez que Alfonso Ramírez Cuéllar, primer titular de esta comisión, solicitara licencia a la Cámara de Diputados y asumiera las funciones de presidente nacional de Morena.
Mario Delgado llevó de la mano a Erasmo González Robledo a esa estratégica posición en el Congreso de San Lázaro. Desde ahí, suponen los simpatizantes de Porfirio Muñoz Ledo, operó el manejo de recursos para la renta de anuncios espectaculares, el pago de publicidad en redes sociales y el soporte económico para las giras y visitas realizadas, por ejemplo, a Reynosa, Saltillo y Veracruz. Esa es la presunción.
Incluso, se habla de un gasto de hasta 6 millones de pesos en la contratación de los anuncios espectaculares, un costo exorbitante para una campaña interna que contrasta con la austeridad establecida por el gobierno de la Cuarta Transformación.
En la campaña de Mario Delgado a la dirigencia nacional de Morena, el diputado federal maderense se convirtió en el operador de la Segunda Circunscripción, en donde se ubican estados como Nuevo León y Tamaulipas.
Por esa razón, Erasmo González Robledo, que si bien ha escalado en el escenario político nacional de Morena como integrante del grupo de Marcelo Ebrard, se encuentra en la mira del experimentado Porfirio Muñoz Ledo. Sabe que es uno de los operadores consentidos del líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados.
Claro, Muñoz Ledo no se va a ir limpio en la guerra que libra contra Marcelo Ebrard, perdón, Mario Delgado: las acusaciones por supuesto acoso sexual a jovencitas se intensificarán a tal grado que estropearán su imagen como excelente parlamentario y activo protagonista de la transición y la alternancia democrática mexicana (con la negra mancha de haber aplaudido, cuando era priista y echeverrista, la masacre de Tlatelolco).
Lo evidente es que, llegue quien llegue a la presidencia nacional de Morena, llegará muy desgastado y, por tanto, el único hombre fuerte de la 4T es y seguirá siendo Andrés Manuel López Obrador, el Tlatoani que vive a un lado del Templo Mayor.
LA OTRA REUNIÓN DEL BLOQUE OPOSITOR DE ALTAMIRA
Antes de la reunión realizada el pasado lunes en ‘El Asador’ aeropuerto, Griselda Carrillo, Armando López y Carlos ‘El Cacho’ Toral convivieron en otro encuentro sostenido -por el Bloque Opositor de Altamira (BOA)- en la tercera semana de septiembre.
A esa reunión no asistió Javier Gil Ortiz, empresario constructor y ex alcalde de Altamira, pero sí estuvo presente y puntual Ciro Hernández, quien aspira a ser candidato (por un partido por definir) a la presidencia municipal en la crucial elección del 6 de junio de 2021.
El motivo de la convivencia fue el cumpleaños de ‘El Cacho’ Toral y, por tanto, el festejo se llevó a cabo en su casa.
Por supuesto, más allá del ‘happy birthday’ del ex regidor y ex diputado local, la cuarteta platicó largo y tendido sobre los escenarios políticos que se pueden dar en Altamira el próximo año. Las rebanadas de pastel las acompañaron con un café caliente, tan caliente como la sucesión altamirense.
SCHEKAIBAN NO SE DISTRAE CON ‘CUENTOS CHINOS’
‘Yo no voy a ser ni presidente de mi colonia’, asegura Pepe Schekaiban y, de esa forma, se descarta para cualquier cargo de elección popular el próximo año.
El eficiente y leal director de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Tampico sabe perfectamente cuál es la encomienda que desde el principio recibió de su jefe y amigo, el alcalde Jesús Nader Nasrallah: mantener limpia e iluminada la ciudad y mejorar la imagen urbana del puerto jaibo para proyectarla como ejemplo nacional.
Por tanto, no cae en distracciones, ni en falsas narrativas electoreras. Él está en lo suyo, en una chamba que absorbe su tiempo desde temprana hora hasta muy entrada la noche.
Y PARA CERRAR…
Joel Vela Robles, vendedor de ilusiones y mentiroso contumaz, quiere convertirse en el ‘asesor estrella’ de uno de los aspirantes blanquiazules a diputado en Jaibolandia.
Si ese prospecto panista en verdad desea crecer en la actividad política, debe alejarse lo más pronto posible de quien hace más de quince años fue un pésimo dirigente del PRI en Tampico y que de un tiempo a la fecha se cree ‘especialista en seguridad pública’ (ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja).
En vez de dedicarse a su maltrecha notaría pública, Joel Vela vende ‘espejitos’.