Como titular de la Sedena Cienfuegos tuvo información privilegiada, claro
+ Un grupo de militares no le da crédito a la investigación contra el General
+ Delgado Carrillo suma a Gibrán a su equipo de campaña; va con jóvenes
La detención del General de División Salvador Cienfuegos Zepeda –ahora procesado en la
Unión Americana bajo los cargos de narcotráfico y lavado de dinero–, no es fortuita.
Desde hace años la Administra- ción de Control de Drogas (DEA) lo ha investigado. Y pedido el beneplácito de las autoridades mexicanas para su aprehensión.
Sólo que durante el régimen pre- sidencial de Enrique Peña Nieto –por ser entonces secretario de la Defensa Nacional (SeDeNa)–, prácticamente gozó de patente de Corzo.
Con todo y las pruebas mostradas al mandatario sobre sus ilícitos.
Ahora sin el tutelaje presidencial, Cienfuegos debe responder no sólo por haberse involucrado en esos delitos, sino por haber solapado la desapari- ción de los estudiantes de Ayotzinapa (Guerrero), pues como secretario de la Defensa Nacional debió estar enterado de quién dio la orden para masacrarlos.
Hasta donde observo, las fuerzas armadas no defienden al General.
Y no porque saben de sus excesos.
De ahí que no haya levantamientos castrenses, ante la detención; y sí, por el contrario, solidaridad de las tropas en favor de Andrés Manuel López Obrador.
Obviamente, la aprehensión de Cienfuegos Zepeda mancha la figura de la institución más respetable del país.
Pero también es cierto que rompe hitos de poder.
A LA DEFENSA
En la víspera circuló profusamente
en redes sociales un escrito intitulado ‘Anatomía de la detención del General Cienfuegos’, que por su importancia reproduzco, aunque sintetizado.
Dice: “La detención del general Salvador Cienfuegos cimbró estructuras civiles, opinión pública y todos los pasi- llos militares. Más allá del sensaciona- lismo, inmediato, ilimitado, con que ha sido tratada por medios de comunica- ción y redes sociales, se trata de la de- tención por autoridades extranjeras de un general que ostentó cuatro estrellas, que fue jefe y responsable del Ejército Mexicano hace muy poco tiempo.
Hombre controvertido, al que hemos criticado duramente en este espacio, el general Salvador Cienfuegos no es un vulgar narcotraficante como han pretendido divulgar las autoridades norteamericanas. Ni, tampoco, un sim- ple ciudadano que debe recibir auxilio consular como escribió, en Twitter, el canciller Marcelo Ebrard.
“¿Cómo vamos a digerir, socie-
dad y militares, que este jefe de to-
dos pudiese haber sido un criminal narcotraficante?¿Cómo le vamos a pedir a la tropa, a quienes menos ganan y más se sacrifican, que crean en sus jefes?
“La falta de cortesía de su detención, que llegó al arresto de su familia, es también una afrenta y un mensaje que no podemos ignorar.
“Hasta el momento se ignora si el arresto fue por presuntos delitos come- tidos durante su función como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, o supuestamente cometió ilícitos con anterioridad. En cualquier caso, la acu- sación es gravísima. Y, nos atrevemos a afirmar, muy difícil de probar. Intente- mos un análisis sensato”.
LA HISTORIA DEL GENERAL
“La carrera militar, el origen familiar del General, corresponde a la histo- ria castrense más común. Define una vocación de servicio. No se entra al H. Colegio Militar para enriquecerse, para lucrar con el uniforme. La vida militar es muy dura, desde el primer día. Y
las limitaciones de ésta afectan todo, incluyendo una situación familiar de grandes ausencias.
“Todo lo que hizo, todas las comi- siones que tuvo Salvador Cienfuegos, durante más de 50 años, están docu- mentadas. Tuvo que pasar infinidad de exámenes para ascender, tuvo que tener infinidad de reportes de sus superiores, tuvo que demostrar infinidad de veces su estado de salud, física y mental.
“Es decir, su larga trayectoria profe- sional estuvo, siempre, vigilada de for- mas que los civiles no pueden siquiera entender. Los militares, Cienfuegos ob- viamente, viven en una casa de cristal. Todos se conocen, todos saben dónde vive, todos pueden entrar en cualquier momento en su oficina. Resulta impo- sible, para cualquier militar, llevar una doble vida.
“Por eso, precisamente, se descubre fácilmente cualquier falta, cualquier situación incómoda o ilícita. Esta ‘vigi- lancia’ severa nunca dejó de rodearlo. Cada uno de sus ascensos, a partir de convertirse en coronel, fue revisado y ratificado por el Senado.
“Por lo tanto, resulta complicado, difícil imaginar que pudiese ser un delincuente o realizar actividades criminales.
“Frente al entonces presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, se le presentó como candidato para conver- tirse en titular de la Sedena. Y, obvia- mente, su historial personal y militar fue analizado profundamente.
“Otro tanto sucedió cuando se con- virtió, otra vez, en aspirante legítimo a secretario de la Defensa Nacional.
“Estos ‘exámenes’ obviamente pasaron por todas las instituciones de Inteligencia, nacionales y quisiera creer que extranjeras. Se revisa la hoja de servicio, la vida personal, todo de cada uno de los generales con posibilidades de convertirse en titular.
“Si Cienfuegos hubiese estado presente en una investigación de la DEA o de cualquier otra agencia policial, hubiese habido, de inmediato un aviso. En su día, a Felipe Calderón y después
a Enrique Peña Nieto. Que los procura- dores de justicia correspondientes, en estos años, hablamos de 18, no supieran de presuntas actividades criminales resulta inverosímil. Como también es inverosímil la versión de que se trata de una investigación que lleva 10 años.
“Su detención es un gravísimo señalamiento contra todos los contro- les militares, de Inteligencia, de poder presidencial, de información oficial. ¿Pudieron haber sido tan omisos?
“A eso debe agregarse que ninguna investigación periodística, durante todos estos años en que Cienfuegos se convirtió en un jefe militar con enemi- gos, dentro y fuera de la Sedena, llegó siquiera a sospechar de un involucra- miento de este tipo.
Los generales del General
“Por su trayectoria, por su tiempo como jefe militar, el general Salvador Cienfuegos tuvo como subordinados
a todos los jefes militares que existen actualmente. Fuese de manera directa en una zona militar, en una región militar, o como Secretario de la Defensa Nacional.
¿Cada uno de ellos, todos, fueron sus cómplices? Imposible.
Por eso, resulta altamente inverosí- mil, inaceptable que Cienfuegos, ade- más de sus responsabilidades militares, se dedicase al tráfico de droga.
Cada orden que se da en la Secre- taría de la Defensa Nacional pasa por diversos filtros y, también, por distintos controles. El día a día de los jefes de zona militar o de región militar pasa por los escritorios de los jefes de Estado Mayor, y llega a la oficina del jefe de Estado Mayor.
“Ninguno de estos militares es tonto. Por lo tanto, cualquier movimiento, cualquier orden fuera de lugar, que permitiese que criminales operasen con libertad, que se trasladase un car- gamento de droga, tendría que saberse. Que prender, de inmediato, una alarma.
“Entrar a la Secretaría de la Defensa Nacional es una hazaña, incluso con previa cita. Ningún civil puede caminar solo por los pasillos del edificio. Se pasa por antesalas y antesalas. Habría infinidad de testigos de cualquier visita incómoda. Los secretarios de la De- fensa Nacional viven en una residencia oficial, frente a sus oficinas, y están rodeados de militares, por seguridad. Debe insistirse en que viven en casa de cristal.
“Por lo tanto, en conclusión, compli- cadísimo, se antoja imposible que el ge- neral Cienfuegos realizase actividades criminales en una región militar o en la Secretaría de la Defensa Nacional”.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Se hace camino al andar
Al destacar que la unidad de Morena es una de sus prioridades al lograr la dirigencia del partido, Mario Delgado Carrillo sumó a
su campaña a Gibrán Ramírez Reyes, quien destacó el respaldo al proyecto señalando que
existe una gran coincidencia en generar unión al Movimiento de Regeneración Nacional, con el propósito de estar organizados ante la cercanía de las elecciones del 2021.
El diputado federal Erasmo González Robledo, explicó que son momentos de definición hacia el interior de Morena y celebró
la decisión tomada por Gibrán Ramírez, de sumarse en la recta final a la campaña que encabeza Mario Delgado Carrillo.
Esto al dar inicio la tercera etapa de encuestas organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para definir la dirigencia nacional de Morena, teniendo como fecha de conclusión el próximo 22 de octubre.
“Con el inicio de la nueva encuesta del INE, vamos a demostrar que preferimos
la unidad de los militantes y simpatizantes de Morena, la cual ha privilegiado en todo momento Mario Delgado Carrillo en quién vemos con gran certeza al nuevo dirigente nacional del partido”.
Mario Delgado Carrillo reconoció la aportación de ideas de Gibrán y las propuestas para organizar al movimiento y que sea un motor de la transformación.
De igual forma dijo ser conscientes de la responsabilidad que tienen frente a más de
30 millones de mexicanos que depositaron su esperanza de cambio en Morena.
Cicuta
La necedad de Maki Esther Ortiz Domínguez, para que su hijo Carlos Peña Ortiz sea candidato
a la alcaldía, harto dinero le
cuesta al ayuntamiento, ya en promocionales, espectaculares y/o ‘compra de conciencias’.
En Acción Nacional, por supuesto le está negada la candidatura. Igual que en Morena, por lo que apuestan a otro membrete.
Y le ‘invierten’ por su codicia de seguir pegados a la ubre.