¿Cuál Andrés? El que te visita cada mes, este es un dicho de mujeres que anuncia la menstruación, un tema aún tabú para muchas personas, pero que es una realidad desde el origen del mundo y que anuncia Precisamente la continuación del mismo, en un país tan misógino y machista como el nuestro, todavía hay que disfrazar las palabras para no ofender los oídos machistas.
Algunas otras mujeres se refieren a la regla que puntalmente avisa de la ovulación cada 28 días, como: “me llegó la comadre”, pero algunos misóginos prefieren etiquetar el suceso como: “anda en sus días”, aludiendo al supuesto mal genio que refleja el dolor y la incomodidad de no parar en esos días, ni la actividad doméstica ni la laboral, es un ciclo que estamos obligadas socialmente, a pasar casi siempre en completo sigilo.
Ah, pero a una se le ocurre quejarse y se le hace bullying, como el que hacen los parlamentarios a las mexicanas.
Aunque el feminismo abre puertas y tumba barreras para llamar a las cosas por su nombre, todavía hay reticencia a ciertos temas de mujeres como éste de la menstruación, que ahora está en boca de todos, gracias a la ley que no aprobaron diputadas y diputados, que consideran que desechar sangre por estar ovulando es un lujo y prefieren seguir captando recursos a nuestras costillas.
Por “Una Menstruación Digna”, es la nueva consigna de colectivas feministas que luchan porque se dejen de gravar los productos higiénicos femeninos, de aprobarse esta enmienda fiscal en nuestro país, beneficiaría a más de 64 millones de mexicanas que reglan actualmente, según cifras del INEGI.
La diputada Martha Tagle ha explicado que la población femenil en México que tiene acceso a estos productos contribuye con 3 mil 400 millones de pesos al año por impuesto al valor agregado; el gasto anual en toallas sanitarias le representa a una mujer desde un 5 hasta un 8 por ciento de su ingreso. Actualmente los artículos para este proceso fisiológico natural están grabados a una tasa del 16 por ciento. Más de 20 países ya quitaron este impuesto. Las toallas, tampones o copas menstruales son un privilegio de muchas mujeres que pueden pasar su periodo de regla con higiene íntima, sin embargo, otras féminas en poblaciones marginales o en situación de calle no tienen acceso a ningún producto que les ayude a contener la sangre, menos a tomar paliativos para cólicos, dolores de cabeza, espalda y demás síntomas premenstruales. Algunas no tienen acceso ni al agua o servicios asistentenciales en esos días, por lo que se vuelven más vulnerables a contraer infecciones o enfermedades que se pueden agravar por falta de aseo.
Pero nada de esto importó a la Cámara de Diputados, que presume la paridad política como si fueran aptos para la gestión de políticas públicas con visión de género. Ahora las colectivas inician gestión ante el Senado. “Si los hombres menstruaran regalarían copas menstruales y toallas en los centros de salud como si fueran condones” apuntó en sus redes la colectiva Brujas del Mar y yo agrego que sí así fuera el caso, el sistema patriarcal concediera tres días de incapacidad en el IMSS y un bono extra cada ciclo nada más para hacerles más llevadero el período.
La sesión pública de la Cámara Baja con el tema íntimo de las mujeres, pasó de madrugada y estaban más intensos los jaloneos por los extintos fideicomisos en el Senado, sin embargo, aquí se evidenció que ya casi para conseguir quitar el IVA a los productos de primera necesidad de las mujeres, tumbaron la iniciativa las fracciones del PT, Encuentro Social y MORENA, en su mayoría hombres del partido político del “Ay Andrés”, que dieron la espalda otra vez a las mujeres.
Ya sabemos a quién mentársela cada mes, al grito del cólico.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE