Ayer fue el día del Médico, de los héroes de los últimos tiempos, en redes sociales hubo muchas felicitaciones para ellos y eso es bueno porque gracias a los hombres y mujeres de blanco se han salvado miles de vidas, por lo que se les debe valorar hoy más que nunca.
Son las doctoras y doctores, además de enfermeras y enfermeros, personal de limpieza y laboratoristas, los que están en la primera línea de combate al coronavirus, lo hacen exponiendo su vida para sanar la de otros, entonces es claro que las felicitaciones son merecidas, aunque más que eso lo que necesitan quienes trabajan para la salud es conciencia de los ciudadanos, sobre todo de los que su trabajo no es estar en contacto con la gente, solo así se podrá parar el COVID-19 o, por lo menos, para que ya no siga causando estragos.
Si todos hacemos lo que nos corresponde, acatamos las recomendaciones de salud de usar cubrebocas, cuidar de la sana distancia, no salir a la calle si no es urgente hacerlo, lavarse las manos continuamente, utilizar gel antibacterial, no asistir a eventos masivos ni lugares que estén expuestos a contagio será la mejor forma de reconocerlos, de hacerles saber que también cuidamos sus vidas.
Cuidando de nuestra salud y la de quienes nos rodean, atendiendo los protocolos sanitarios, así es como ayudamos a que el virus no se extienda exponencialmente y que el personal médico, hospitalario y clínico tengan un poco de tranquilidad.
No se vale que mientras los héroes de la salud arriesgan su vida y la salud de sus familias la gente ande de fiesta cuando no es momento de bajar la guardia ante el COVID-19, las estadísticas son alarmantes 87,415 fallecidos nivel nacional, en la Entidad al día de ayer se tenía un registro de 31,384 casos positivos y 2,714 defunciones.
Lo peor del caso es que las autoridades de salud advierten que para diciembre se puede tener un repunte de contagios por rebrote y la recarga de trabajo y exposición de riesgo de los doctores y doctoras se triplique.
La verdad es que no entendimos que el que se abrieran algunos establecimientos no esenciales, que se nos permitiera realizar actividades económicas no era que se había acabado con el virus y la contingencia, lo que se busca es que la economía no colapse pero era claro que teníamos que seguir atendiendo las recomendaciones de salud, sin relajarnos.
Ante la amenaza de un rebrote de COVID-19 es probable que nos confinaran de nuevo, por no cuidarnos tendremos que aislarnos para poder salvarnos o por lo menos reducir la posibilidad de contagio.
Con la temporada invernal las defensas bajan ante tanto contagio de gripas, esa es la razón por la que el sistema de salud ya está aplicando gratuitamente la vacuna contra la influenza pero no será suficiente para prevenir si la ciudadanía no se cuida.
En fin, la situación es que fue el Día del Médico, del héroe de la salud, muchos les felicitaron en redes sociales, pero no se supo que fuera la gente hasta los hospitales a entregarles algún apoyo en agradecimiento a su gran labor, al exponer su vida y la salud de sus familias al estar en la primera línea de batalla contra el COVID-19.
Ayudemos a los hombres y mujeres de blanco, solidaricémonos con ellos, no se trata de que solo se les felicite en su día o que les hagan llegar algún regalo, sino que seamos conscientes, que responsablemente atendamos los protocolos para no ser una estadística más de COVID19.
Cierto es que muchos son asintomáticos o tiene molestias leves pero igual es verdad que a los centros hospitalarios siguen llegando personas que se tienen que intubar y muchos de ellos, con todo y el esfuerzo de los médicos, ya no se pueden salvar.
Más que felicitación los hombres y mujeres de blanco en su día lo que necesitan es empatía de la ciudadanía, que no nos relajemos porque el peligro no ha pasado, al contrario, se prevé un rebrote y no es por alarmar pero la segunda oleada del COVID-19 puede ser peor.
POR ROSA ELENA GONZÁLEZ