El cuestionamiento que prevalece después de ocho meses de estar en confinamiento por la pandemia está relacionado con lo que se espera que suceda con la producción del país y el empleo, es decir, cuándo podremos tener una recuperación real de la economía de tal manera que la población pueda recuperar sus empleos y sus salarios completos.
Sin duda, es un cuestionamiento que resulta complejo responder, sobretodo en este momento que hay evidencia de rebrote en varias partes del país, lo que podría obligar a tomar medidas más restructivas para los negocios y la población afectando, el panomara económico aun más.
La pandemia por COVID-19 ha creado un escenario complejo en materia económica, no tan solo para México, sino que a nivel internacional las decisiones de política económica para mitigar los efectos de la pandemia han sido difíciles de determinar. Aun más difícil se vislumbran las decisiones que se deberán tomar para retomar la senda de crecimiento, en donde se requerirá de contribución de todos los agentes económicos para construir una agenda común.
Los datos del tercer trimestre del año señalan un efecto rebote para la economía mexicana, el cual parece alto pero en realidad no lo es. La economía en el segundo trimestre disminuyó aproximadamente 17 por ciento, para el tercer trimestre aumentó 12 por ciento, parece sencillo concluir que faltan 5 puntos porcentuales para recuperar la economía a niveles de lo que se tenáa antes de la pandemia.
Pero este cálculo es engañoso, debido a que el valor base de la caída y el valor base de la recuperación son distintos. Antes de la pandemia, el valor de la economía mexicana era de 18 billones de pesos. Para el segundo trimestre del año, periodo donde se acentuaron las medidas económicas para controlar la pandemia, el valor de la economía era de 15 billones de pesos. Con el crecimiento del 12 por ciento para el tercer trimestre del año el valor de la economía alcanzó los 16.8 billones, esto significa que faltarían 1.2 billones para regresar al nivel que se tenía antes de la pandemia, es decir, en el cuarto trimestre del año, la economía tendría que crecer alrededor de 7 por ciento.
Hasta la fecha, a nivel nacional las medidas de política económica que se han tomado para la reactivación de la producción y el empleo han sido por el lado de la demanda, lo cual en el corto plazo pueden representar una alternativa viable. Sin embargo, se han olvidado de las decisiones de política de largo plazo, donde el fortalecimiento de la estructura económica tendrá que ponerse en el centro de la discusión.
A este panorama del fortalecimiento de la economía, tanto en el corto como en el largo plazo, se tendrán que sumar las medidas económicas que propongan los municipios y los estados, aunque hay que decirlo puntualmente que poco se ha hecho desde estos espacios, lo cual parece importante señalar, dado que es desde estos ámbitos donde se puede administrar y planear el crecimiento y desarrollo económico partiendo de las potencialidades con que cuenta las regiones. Así pues el contexto de pandemia constituye una gran oportunidad para reorientar el crecimiento del país a partir de los planes regionales. Usted ¿qué piensa?