A tres días de que concluya la campaña mundial que busca la eliminación de la violencia hacia las mujeres y las niñas, en cualquiera de sus expresiones, el gobierno mexicano no ha hecho nada para coadyuvar con la iniciativa que involucra a organismos públicos y civiles. Desde el 25 de noviembre y hasta el 10 de diciembre, la ONU Mujeres mantiene una agenda mediática con mensajes y datos que invitan a reflexionar sobre el tema; las radios universitarias, más de 500 emisoras en América y España están haciendo lo propio para visibilizar la problemática; periodistas con visión de género todos los días están escribiendo y hablando sobre este otra pandemia y colectivas feministas han intensificado su lucha en calles y redes sociales.
Sin embargo, y pesar de que el día internacional de la Eliminación de la Violencia Hacia la Mujer, el presidente colocó en su mañanera a casi todas las mujeres de su gabinete, es fecha que no se ha planteado ninguna estrategia, ni siquiera, para convocar a hablar del asunto.
Lo que hace López Obrador es invisibilizar la problemática. Porque ya sabe que lo que no se nombra, no se reconoce. Ya decíamos que desde hace veinte años se propuso la efeméride para enmarcar el mensaje de parar la violencia hacia la mujer, pero nunca como ahora se precisa de más acciones por parte de las naciones y las sociedades, el mundo está registrando dos pandemias, que juntas agravan la situación de las mujeres víctimas de violencia.
Hoy no se trata nada más de iluminar de naranja los edificios, de portar moños o pañoletas con ese tono, ni de simular a través de conferencias motivacionales, que se está haciendo algo para detener los delitos contra las mujeres, tampoco es necesario tomarse fotos y mandarlas a redes para hacernos creer que si se les atendiendo. La campaña ÚNETE de aquí al 2030 para poner fin a la violencia contra las mujeres, que no está replicando el gobierno mexicano, llama a financiar, responder, prevenir y recopilar datos de género.
A principios de este año pandémico el llamado fue a favor de la “paz en los hogares” y se firmó una declaración mundial con ese compromiso, ante esto la ONU reconoce que 135 países fortalecieron sus medidas y recursos para afrontar la violencia contra las mujeres en medio de la pandemia. Sin embargo, México no ha reforzado esta acción, al contrario, este mismo año se decretó la reducción del presupuesto a dependencias que atendían políticas públicas diseñadas para la población femenil, también se anularon apoyos a OSC y se cerraron refugios de asistencia a víctimas.
Antes de decretarse la pandemia mundial por Covid 19, se denominó a este 2020 el año Generación de la Igualdad, proponiendo una acción mundial para cerrar brechas de financiación y mejorar los servicios esenciales para mujeres y niñas. México y Francia están llamados a realizar en conjunto el Foro mundial centrado en este tema, mismo que tendría lugar a principios del 2021, pero hasta esta fecha, aquí nadie ha dicho nada al respecto.
La semana pasada, el presidente presentó un nuevo decálogo, ahora para llamar a la población a cuidar su salud, reiteró el quédate en casa, sean una familia fraterna y no le den mucha importancia al dinero, pero no dedicó ningún mensaje respecto a la campaña mundial de la eliminación de la violencia hacia la mujer, esto a pesar que se ha documentado el incremento de la violencia doméstica en esta cuarentena. Hoy la emergencia sanitaria mantiene a muchas mujeres en cuarentena junto a sus agresores y el presidente calla.