La derecha conservadora tendrá la última oportunidad de derrotar a AMLO durante el proceso electoral del próximo año. No son las gubernaturas que pasan a segundo plano, sino la cámara de diputados. Será ahí donde la reacción detendría el paso transformador del supremo gobierno, pero se trata de una misión imposible o de un milagro, que pa’l caso es lo mismo, y las razones son múltiples y variadas. Entre éstas, que el neoliberalismo ha sido exhibido como el más corrupto de los sistemas, lo cual condujo al desastre nacional a través del saqueo. Está comprobado que PRI, PAN y PRD produjeron generaciones inmorales que al amparo del poder se enriquecieron brutalmente.
Las investigaciones al respecto son abundantes y solo es cuestión de tiempo para que la república conozca con veracidad el alcance del robo al patrimonio social. (Eso esperamos).
Hasta ahora sabemos de casos aislados y espectaculares que tocan puntos neurálgicos de los últimos sexenios, y desde luego a ciertos protagonistas, sin embargo aceptemos que los verdaderos responsables siguen libres, disfrutando sus ilícitas fortunas. Sea que van por el mundo presumiendo la impunidad que les otorga la fama, importancia, relaciones políticas y pue-que también su dinero. En este sentido, han transcurrido dos años y otros asuntos distraen la aplicación de la justicia.
AMLO ha reiterado que no se puede perder el tiempo en venganzas y los mexicas respetan esta forma de pensar, pero saben que si no hay castigo para los culpables el objetivo fundamental de la 4T quedaría trunco, expuesto incluso a sospechas y presunción de obscuros acuerdos. Creo que este aspecto es uno de los más desfavorables para Andrés Manuel, es donde existe cierta decepción de quienes sin medida siempre estuvieron a su lado. Y lo siguen estando, aunque ahora con reservas, especialmente en la clase media y el sector cultural. Decir que el Presidente ha fallado en el combate a la corrupción es exagerado, pero de que la exigencia crece en cuanto a aplicar la ley sin reservas, eso-que-ni-que. En este renglón la sociedad espera más, mucho más de lo avanzado hasta ahora.
Y es que el daño causado al país no corresponde al enjuiciamiento solo de algunos (a), utilizados (a), como barrera para llegar a la cúspide de la complicidad. Puede o no ser culpa de AMLO, pero recordad que se trata de una promesa institucional y dejarla al criterio de otros no garantiza su cabal cumplimento.
El asunto es que el combate a la corrupción, tal como se esperaba, es una tarea pendiente y hasta creemos que es a propósito, otorgando respeto a los derechos humanos de delincuentes “de cuello blanco” que aun siendo responsables de reprobables delitos, conservan intacta su honra y prestigio social. Lo anterior es algo que AMLO critica del pasado y sin embargo se practica en algunas áreas de la administración pública.
Es el caso de la Fiscalía General donde pareciera que la información se reserva no precisamente en atención a la discreción judicial, sino a relaciones de poder e influyentismo. Aquí la transparencia no funciona y no es que se busquen linchamientos de personajes que con singular alegría saquearon al país, pero si el escarmiento público para ejemplo de las generaciones que crecen bajo la nueva moral.
El columnista opina que el indulto a los corruptos es una contradicción de la 4T. De manera que los conservadores tendrán la última oportunidad en elecciones del 21, por ello la desesperación de procurar alianzas en algo más de la mitad de los 300 distritos en disputa.
Ahí PAN, PRD y PRI buscarán derrotar a MORENA, es decir, alcanzar mayoría en la cámara de diputados, fuente de toda acción transformadora. Es una mezcla de complicidades que nada tiene que ver con la visión justiciera de la república, por el contrario, se trata de regresar al pasado neoliberal que a tales partidos otorgó los privilegios ahora añorados.
¿Cómo van a luchar por la igualdad y la democracia Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno, respectivos dirigentes, cuando sus partidos significaron el baluarte aprovechado por Peña Nieto para denigrar y empobrecer a la nación mediante las criminales “reformas estructurales” ordenadas por el Fondo Monetario Internacional?…¿regresar al pasado?, ”¿con qué cara?”, como diría el ranchero.
Antes que pretender el rescate de la época corrupta, debieran pedir perdón. Sería lo menos. ¿Acaso no bastaron 36 años de inmoralidad y robo?. Tiene razón AMLO cuando asegura que los neoliberales “no tienen llenadera”, y más está en lo cierto, de que los partidos en cuestión, “son los mismos”.
Y, son los mismos que desean privilegiar a los empresarios que no pagaban impuestos; a la educación privada y antinacionalista, creadora de valores extraños a la historia, distorsionadores de la tradición y costumbres de las familias mexicanas. De igual forma son los mismos que rechazan los avances respecto de la medicina social para todos sin excepción, partidarios también, de la desigualdad por medio de “reformas” de alto daño a la economía popular.
PAN, PRD y PRI son los que no aceptan el rescate de la industria nacional (CFE y PEMEX por ejemplo), que prefieren la dependencia y explotación de capitales internacionales co-partícipes de la corrupción. Asimismo combaten el apoyo a jóvenes becados para que no interrumpan sus estudios; a discapacitados, adultos mayores, grupos en pobreza extrema… en fin, a todas las víctimas del neoliberalismo ladrón.
Ahora se comprueba que Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno son los mismos que bien caben y se acomodan en la licuadora de la ignominia.
Y ni modo que sea invento. ¿HABRÁ NOVEDADES? Por otra parte, es de creer que pronto habrá novedades respecto de asuntos pendientes con la ley.
Por lo pronto revive el juicio contra Emilio Lozoya y dentro de lo mismo, de un momento a otro se concretará la extradición de Alonso Ancira, el ex accionista mayoritario de Altos Hornos de México, (empresa pública que le fuera concedida durante el neoliberalismo), involucrado como sabéis, en la venta fraudulenta de Agro nitrogenados que significó multimillonaria pérdida para la nación, aunque arrojó generosas ganancias particulares. Se revive el juicio contra Emilio Lozoya, digo, con la orden de aprehensión de Gilda su hermana, acusada de lavado de dinero y asociación delictuosa.
El referente siguen siendo los sobornos de Odebrecht que el ex director de PEMEX dispersa, principalmente hacia el Luis Videgaray, su enemigo en el régimen peñista. Habrá más novedades, insisto, porque presiones existen hacia el interior del supremo gobierno, considerando que el Fiscal Alejandro Gertz Manero va demasiado lento en el cumplimiento de su trabajo. Es esta una de las razones de las diferencias con Santiago Nieto, el temido titular de Inteligencia Financiera que dicen, motivó la renuncia del primero dejada en suspenso, aunque podría surtir efectos en el transcurso de los próximos seis meses.
El llamado de AMLO para acelerar investigaciones pendientes la semana anterior, tiene que ver con todo esto porque está claro que en este aspecto, el tiempo va ganando terreno a la 4T, sea que el elefante está de pié pero no decide empezar a caminar. Mientras tanto, AMLO anuncia el inicio de la segunda etapa de su administración.
Esperamos que incluya mayor efectividad en la aplicación de la justicia contra los conservadores corruptos. Es una exigencia social que de cumplirse, sin duda pavimentará el camino para la permanencia de MORENA en el poder.
SUCEDE QUE El delegado federal José Ramón Gómez Leal?, ¿se va, se queda?, “o manda por más dinero”. El mentado JR ahora sí que está en el ojo del huracán, con hartas posibilidades de que “llegue el remolino y lo alevante”, como dice la trova campirana. Y hasta la próxima.