Hola qué tal estimado lector, me da gusto saludarte una vez más como cada semana.
Esta semana pareciera ser que las palabras del Senador Samuel García le jugaron una mala pasada al mencionar en una entrevista que “sufrió” mucho de Niño, ya que su papá lo levantaba cada sábado para jugar golf. Que cabe mencionar que él no eligió nacer en una de las familias desarrolladas económicamente de Nuevo León.
No se hicieron esperar los sarcasmos y las risas de los mexicanos en redes sociales, que fuera de intereses políticos nos recuerda las diferentes realidades que existen en México (y seguramente en otros países ) de los niveles socioeconómicos
Fuera de las risas y los meses, es lastimoso recordar cómo se encuentra México y la mayoría de sus familias en su calidad económica.
La AMAI, Asociación Mexicana de Agencias de Investigación, al último reporte publicado en el 2018 , menciona que el 28% de los mexicanos (la mayoría ) viven en un nivel socioeconómico D, en donde el 56% de los hogares de este nivel el jefe del hogar tiene estudios hasta primaria. El acceso a internet en la vivienda en estos hogares es muy bajo, de solamente 4%. Cerca de la mitad del gasto (46%) se dedica a la alimentación y solamente el 16% al transporte y comunicación
Este nivel es un paso antes de llegar al último peldaño que es la pobreza extrema nivel E.
Es necesario que fuera de las risas, podamos ver la realidad de millones de mexicanos que día a día trabajan de sol a sol para poder llevar alimento a sus hogares.
Busquemos desde la trinchera en donde estemos poder crear espacios y empleos para poder apoyar a los que menos tienen oportunidades, que fuera de perderse un partido de golf , se pierden la oportunidad de poder desarrollarse.
POR JORGE REYES