IRÁN.- Sahar Tabar, conocida en redes sociales como la “Angelina Jolie iraní”, fue condenada a diez años de prisión. Las autoridades de Irán la encontraron culpable de blasfemia e incitación a la corrupción de menores, entre otros cargos.
Siendo una adolescente, Sahar Tabar empezó a subir a su cuenta de Instagram fotografías severamente distorsionadas de sí misma. En las imágenes aparecía demacrada, con labios de un tamaño desproporcionado y un color pálido.
Muchos creyeron que Tabar pasó por severas intervenciones cosméticas hasta conseguir ese aspecto. Pronto empezó a ser conocida en redes sociales la “Angelina Jolie de Irán” y posteriormente la “Angelina Jolie Zombie”. Sin embargo, las imágenes no eran modificadas y retocadas por computadora.
Las fotos atrajeron miles de fans y su cuenta de Instagram llegó a tener medio millón de seguidores. Sin embargo, su fama no fue bien recibida por las autoridades de Irán, un país que se rige bajo leyes religiosas y que es particularmente duro con actos que considera “vulgares”.
Sahar Tabar, cuyo nombre real es Fatemeh Khishvand, fue acusada de blasfemia, incitación a la violencia e incitación a la corrupción de menores. También se le acusó de obtener ingresos por medios inapropiados.
El calvario jurídico se cruzó con la pandemia y en abril del 2020 solicitó que se le permitiera esperar sentencia bajo arresto domiciliario, luego de contraer COVID-19 en prisión. Tabar declaró que no deseaba morir en la cárcel de Shahr-e Rey, donde se han anunciado severos maltratos a las mujeres ahí recluidas.
Las autoridades no concedieron el arresto domiciliario, pero la trasladaron a un hospital, donde se recuperó del coronavirus. El viernes 11 de diciembre recibió una sentencia de diez años de prisión, aunque se le retiraron algunos cargos.
Su abogado afirma que es posible obtener un indulto. La influencer tiene antecedentes psiquiátricos, lo que podría beneficiarle en una apelación. Sahar Tabar tiene 19 años.
CON INFORMACIÓN DE NOTICIEROS TELEVISA