Muy predecible como errático, ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a los gobernadores de la Alianza Federalista que le exigieron no politizar el tema de las vacunas contra el Covid, participar en la logística y que se dejará ayudar. Así es mis queridos boes, aquí adelantaba la respuesta que daría AMLO, no soy adivino, sino que el tabasqueño es sumamente predecible, pero además da muestras de un egocentrismo digno de cualquier dictador que cree que solo él tiene la razón, que él es la ley y solo él el que debe ejecutarla.
El miércoles, desde Ciudad Victoria, los gobernadores aliancistas además exigieron transparencia en el manejo de la vacuna y hasta le dijeron a López Obrador que se dejase ayudar.
“Nadie pretende politizar la enfermedad y mucho menos su cura. Queremos saber qué nos toca hacer y cómo vamos involucrar a la sociedad a que haga su parte. Queremos transparencia, información y reglas claras”, dijo el miércoles el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca a nombre de los 10 de la Alianza.
La preocupación de los 10 gobernadores es compartida, me atrevo a asegurar, por millones de ciudadanos que hemos visto el fracaso de la estrategia contra el Covid-19 implementada por López Obrador y Hugo López Gatell, dado que la propia OMS ha pedido a las autoridades mexicanas tomar en serio la pandemia.
El fracaso es evidente, el pronóstico inicial de muertos era de 6 mil, luego lo incrementaron a 32 mil y dinero que solo en un escenario catastrófico serían por ahí de 60 mil; ayer los fallecidos eran ya 116 mil 487, solo contando los oficiales. Pero AMLO insiste en que puede solo, fustiga a los que quieren ayudarlo y lanza acusaciones electoreras contra los gobernadores “Miren: es sencillo de responder.
Primero, que la vacuna no se puede utilizar con propósitos electorales, eso sería ruin, sería una mezquindad”, respondió en la mañanera desde Sonora. “Tenemos que actuar como jefes de Estado. Yo estoy seguro que la gente tiene más confianza en que nosotros manejemos lo de la aplicación de las vacunas, porque siempre hemos actuado, siempre con equidad y con justicia, a que esté la vacuna en manos de politiqueros, de gente irresponsable”.
¿Gente irresponsable?, lo dice AMLO quien se ha negado sistemáticamente a utilizar el cubre bocas dando un muy mal ejemplo, lo dice él que mientras los médicos piden que todo mundo se quede en casa si no es indispensable que salgan y ayer andaba en Sonora inaugurando un monumento, lo dice el presidente de quien se quejan los médicos de IMSS e ISSSTE de haberlos mandado a combatir al Covid sin el equipo adecuado. Un jefe de Estado respeta al resto de las autoridades legalmente constituidas y llevadas al cargo por la vía del sufragio, como son los gobernadores, a los que en un año no ha querido recibir.
Un hombre de Estado no descalifica a la oposición todos los días, un hombre de Estado no arremete contra la prensa que le critica o le señala errores, un hombre de Estado no divide al país, un hombre de Estado gobiernapara todos los ciudadanos de su país y no solo para los que votaron por el.
Preocupante que el Presidente no dialogue, no reconozca que la estrategia de contención del Covid fue un fracaso y que la de la vacunación, si se deja a los mismos, puede ser igual de desastrosa. Insisto, López Gatell está reprobado en materia de estrategia, de 6 mil a 116 mil muertes hay mucha, mucha diferencia y si ese control de calidad se aplicará en la vacunación, entonces no solo los gobernadores, sino todos los mexicanos tenemos dudas y sospechas de que el fracaso está asomándose.
Me pregunto ¿por qué no voltear y ver e imitar estrategias de los países más avanzados?, ¿por qué AMLO se aferra a que sea el Ejército el que maneje la vacuna, lo que no ha ocurrido en ninguna parte del mundo?. Entiendo que quiera ser diferente; pero hasta ahora sus estrategias han fracasado. Ojalá y esta vez si me equivoque.
ALTAMIRA ESTÁ TIRANTE…
En Altamira, donde gobierna el PAN, la guerra por la candidatura a la alcaldía que dejará vacante Alma Laura Amparán es silenciosa, pero a muerte. No son pocos los panistas que en voz baja rechazan la versión de que Miguel Gómez Orta sea el candidato.
Y es que ven al ex priista como alejado de los azules que se la han jugado con ese partido desde que nadie quería ser candidato y además le cuestionan que siempre desdeñe el poder del PAN argumentando que son los priistas los que han hecho ganar a las huestes azules desde el 2016 en Tamaulipas. Supongo que en el PAN estatal ya saben que los panistas de siempre de Altamira se mueven sigilosamente en busca de evitar la postulación de Gómez Orta, una buena parte insiste que prefieren a Ciro Hernández antes que a Miguel.
Hay tiempo de que Gómez Orta los convenza o que en el PAN se convenzan de que la elección puede estar en riesgo, sino se sientan con los panistas que se sienten desplazados ahí en la tierra de Cuco Sánchez. Claro que para que eso suceda debe darles un ataque de humildad y reconocer que son tiempos de sumar, de sacrificar intereses personales y entender que la soberbia a veces mata hasta al proyecto político más sólido.