7 diciembre, 2025

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ADIÓS AL 2020

COLUMNA HUÉSPED / JUAN CARLOS SÁNCHEZ MAGALLÁN

Este año apocalíptico quedará registrado en la historia de la humanidad como el más trágico de la última centuria: devastaciones naturales, asesinatos trágicos, amenazas de guerra, muertes, pandemia, luto, crisis económica, etcétera.

Son la divisa que lo marcó como el más cruento de las últimas décadas. Además, la amenaza de una Tercera Guerra Mundial encendió las alarmas con la muerte del general iraní Qasem Soleimani luego de que Estados Unidos enviara un ataque aéreo al considerarlo responsable de la muerte de cientos de norteamericanos. Soleimani, héroe en su país, provocó la venganza del líder máximo, el ayatola Alí Jamenei, quien atacó dos bases militares de Estados Unidos en Irán, país obligado a admitir que derribó “por error” un avión ucraniano que dejo 176 muertos. Asunto que impactó la percepción internacional.

Yakarta, Indonesia, se inundó por las lluvias, afectando a 100 mil personas y dejando como saldo 60 muertos. En el puerto de Beirut, Líbano, se dio una explosión que provocó una onda expansiva, la cual acabó con la vida de más de 160 personas, seis mil heridos y 300 mil personas sin hogar. La causa de la explosión fue el almacenamiento de 2,750 toneladas de nitrato de amonio, datos cuestionables que obligaron a los integrantes del gobierno a renunciar.

En Europa se concretó el Brexit, acuerdo que convirtió al Reino Unido en el primer socio de la región en salir de la Unión Europea (EU). El asesinato del afroamericano George Floyd, a manos de un policía norteamericano, en la ciudad de Minneapolis, Minnesota, revivió las diferencias raciales en Estados Unidos.

Hubo incendios devastadores en San Francisco y California, Estados Unidos; así como en regiones enteras de Argentina, Paraguay, Bolivia y el Sur de Brasil. Todos conocemos el origen de la pandemia, surgida en China, en la comunidad de Wuhan. El virus se trasladó a Italia, donde provocó miles de muertes, y de ahí al mundo.

Estados Unidos, Brasil y México son los países continentales donde más estragos ha causado. El daño ha sido brutal: más de un millón 700 mil decesos en el mundo, 340 mil en Estados Unidos, 192 mil en Brasil y 123 mil en México. En abril, la mitad de la humanidad se confinó para tratar de frenar al virus.

Las economías de los países afectados despidieron a mucha gente. Los gobiernos anunciaron planes de reactivación masivos y el Banco Mundial informó que 115 millones de personas cayeron en extrema pobreza. En octubre se dio un nuevo brote en Europa, replicado intensamente en la CDMX. Afortunadamente, empezaron a llegar a México las vacunas que prometió el canciller Ebrard y que es lo único que habrá de interrumpir las cadenas de contagio.

Ojalá Marcelo Ebrard siga sacudiéndose a la gente que le hace daño y nunca olvide que los empleados traicionan. Mientras, ahí está el presidente López Obrador, concentrando a médicos en la capital de la República para hacer frente a la pandemia por covid y sobre la marcha realizando los ajustes necesarios a su Gabinete.

Lo trascendente es que se visualiza la luz al final del túnel, es lo que deseamos los mexicanos. La temporada de lluvias afectaron a San Luis Potosí, Tamaulipas y Quintana Roo, ocasionando, también, inundaciones en el Estado de México, Hidalgo y Tabasco.

El ciclón Eta afectó al sureste mexicano, dejando más de 100 defunciones en Centroamérica y Chiapas. En Jalisco, el asesinato de Giovanni López, a causa de la brutalidad policiaca contra la gente que no usa cubrebocas provocó marchas y protestas de cientos de personas en Guadalajara y la Ciudad de México. En marzo, el metro tuvo choque de trenes en la estación Tacubaya de la línea 1, dejando 41 heridos.

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