Este martes, en el transcurso de “la mañanera”, AMLO llamó “desvergonzados” a quienes se oponen a rescatar la energía eléctrica que literalmente se puso en manos de iniciativa privada en el pasado neoliberal. Destacó su incredulidad de
que sucediera, incluso en la dirigencia del partido al cual perteneciera Adolfo López Mateos, el presidente que el 27 de septiembre de 1960, emitiera el decreto de nacionalización. En tal fecha hubo fiesta en diversos estados, al igual que el 21 de marzo del 38, cuando mi general Cárdenas le pateó el trasero al imperialismo explotador del petróleo.
Al respecto Andrés Manuel no dio nombres pero todos supimos que se refirió al PRI y a su dirigente Alejandro Moreno Cárdenas, aliado ahora mismo con lo más sórdido de la reacción, es decir, PRD y PAN, y con los grupos empresariales cuyo propósito fundamental es el saqueo a la nación.
AMLO precisó que en la iniciativa enviada al congreso, de ninguna manera se atenta contra la inversión privada, sino se trata de que la energía producida por la CFE sea prioritaria en el consumo poblacional, en oposición al objetivo del neoliberalismo que antepuso el interés de empresas extranjeras, las cuales estuvieron a punto de adueñarse del mercado total a no ser por la decisión de transformar al país mediante el voto mayoritario del 2018.
“La intención de los conservadores, dijo, era destruir las plantas de la CFE para dejar el camino libre a las trasnacionales”. Lo cual explica, agrega el escribidor, los contratos leoninos y los negocios turbios realizados por los regímenes anteriores y sus cómplices. Actitud considerada como traición a la patria. (En este punto es donde lamentamos que haya desaparecido la pena de muerte).
Y de los traidores también habló AMLO, recordando la carta que López Mateos envió a los mexicanos con motivo de la nacionalización eléctrica y que a la letra dice: “Les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país, intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros”.
“Ni un paso atrás fue la consigna de don Lázaro Cárdenas del Río, al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos”.
“Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética,
sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos”.
“Solo un traidor entrega su país a los extranjeros, los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país. Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidades de entrar al negocio de los energéticos o a la electricidad, le respondo que apenas estamos independizándonos de las invasiones extranjeras que nos vaciaron el país. Pero que en tanto los mexicanos sí queremos invertir en el petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero”.
“En México la Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano. El resto de las especulaciones al respecto son traición a la patria. Industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria”.
Si leyó usted con detenimiento la carta del presidente Adolfo López Mateos con motivo de la nacionalización eléctrica, identificará a los traidores que no son otros que los políticos neoliberales que para desgracia “han gobernado” durante los últimos treinta y seis años, encabezados por Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Estos siguen siendo los enemigos de México. Pero no extraña, los conservadores son los traidores de siempre, con las mismas costumbres, los mismos complejos y las mismas ambiciones. Por eso les molesta que AMLO los exhiba en la dimensión exacta de su doble moral y aunque algunos se han quitado la máscara, eso de ninguna manera abona a su mezquindad practicada durante tanto tiempo. Ya le digo, son los de siempre. Y ni modo que sea invento.
TERCERA LLAMADA… TERCERA
Este martes AMLO hizo un nuevo llamado a la Fiscalía General
para que aclare “cuanto antes”, lo relativo a la corrupción detectada en PEMEX, en especial a las denuncias y declaraciones de Emilio Lozoya que ya sabemos, permanecen en lista de espera sin que parezca preocupar al titular, Alejandro Gertz Manero. En este sentido, no sabemos si el funcionario lo hace en obediencia a viejas relaciones de amistad con algunos familiares de los involucrados, o está en un plano de franco reto al Presidente de México.
Es inexplicable que transcurra el tiempo sin que se observen avances, y ni como ocultar que existe preocupación por el rumbo que puedan tomar tales investigaciones. Lo cierto es que la tardanza llama a la sospecha. Es motivo también de críticas hacia el supremo gobierno que no tiene más remedio que esperar a que Gertz Manero se ponga de buen humor, y en tal condición aceptar y cumplir los exhortos que en cantidad de tres ya le envió AMLO.
Por otra parte, existe una versión extraoficial desde luego, en sentido de que Lozoya ha sido incapaz de aportar las pruebas que avalen tanto sus declaraciones, como las denuncias derivadas de las mismas. En este surrealista escenario, el ex director de la paraestatal disfruta la comodidad hogareña de cualquier ciudadano inocente, como si el hombre no debiera nada o tuviera tranquila su conciencia. Es en estos casos donde pareciera fallar la justicia de la Transformación.
SUCEDE QUE
Ahora resulta que Ricardo Rodríguez Martínez también quiere desbancar al JR como delegado federal…¿empujado por su padre Jaime, quien todavía presume buenas relaciones en “la grilla”?, Tal vez, pero, ¿a quién le importa?. Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA